
Ana Villar resalta la importancia del buen trato tanto con proveedores como clientes
10 mar 2025 . Actualizado a las 15:24 h.Con una simple pregunta, Ana Villar, gerente de Villar Distribuciones, demuestra que es un referente del sector. Con décadas de bagaje, Villar reflexiona sobre su trayectoria en un sector tradicionalmente dominado por hombres y el camino que ha recorrido hasta consolidar su empresa.
Su andadura comenzó en la empresa familiar en 1992, aunque la compañía ya había sido fundada en 1988. Sin embargo, en el 2005 decidió dar un paso más y apostar por un proyecto más personal, AV Nadal, centrado en los regalos gourmet para empresas y trabajadores, sobre todo en la campaña navideña. «Fue una apuesta personal», comenta, destacando cómo esta expansión abrió un abanico más amplio de posibilidades, permitiéndole llegar a nuevos clientes.
El 2009 marcó un punto de inflexión en su carrera, cuando asumió por completo la dirección de Villar Distribuciones tras la jubilación de su padre. A día de hoy, Villar destaca la fidelidad de sus clientes, muchos de los cuales pertenecen a la tercera generación de familias que han confiado en la empresa desde sus inicios. «Tenemos fama de tener un servicio excelente. Nosotros no dejamos a nuestros clientes tirados», afirma con orgullo.
Actualmente, Villar Distribuciones se encuentra en un momento de crecimiento, en un entorno en el que la hostelería coruñesa atraviesa una etapa álgida. La compañía, que trabaja con productos de alta calidad en sectores como el vino, los aceites, embutidos y otros productos gourmet, se ha ganado la confianza de sus clientes gracias a la excelencia de su servicio. Villar recalca que la hostelería en la ciudad cuida mucho a su clientela, independientemente del tipo de establecimiento, lo que ha contribuido a la consolidación de su negocio.
Sobre el sector de la distribución, Villar señala que cada vez hay menos empresas debido a los cambios generacionales y a las dificultades que supone iniciar una distribuidora desde cero. «Es difícil montar una distribuidora. Lo veo realmente complicado», comenta. Considera que quienes se mantienen en el sector suelen ser empresas familiares con un bagaje y experiencia previa. Además, destaca la importancia de estar siempre atentos a las tendencias y cambios en el mercado, como la creciente demanda de vinos sin alcohol o la introducción de nuevas modas, como el «blanco París».
En cuanto al papel de la mujer en el sector, Villar recuerda cómo, al inicio de su carrera, era común que en reuniones y catas fuera la única mujer. Además, cuando asumió la dirección de la empresa, muchas veces se encontró con personas que preguntaban por su marido o su padre, sin asumir de inmediato que ella era la gerente. Aunque reconoce que esta situación ha cambiado con los años, todavía considera que las mujeres siguen cargando con una gran responsabilidad en el ámbito familiar y profesional. Destaca que, aunque cada vez hay más mujeres en el sector, el peso de la carga mental sigue recayendo en muchas de ellas. «No sales de aquí y te vas a descansar hasta el día siguiente. Sigues en el coche pensando en la lista de la compra, los niños, la cena…», explica.