Mujeres que luchan por la igualdad desde A Coruña: «La maternidad te baja del escenario y la paternidad no»

C. Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

De izquierda a derecha, Iria Mejuto, gestora cultural; Carlolina Pan, comunicadora y paciente de cáncer de mama, y Sonia Rodríguez, conductora de la línea 6A del bus urbano de A Coruña
De izquierda a derecha, Iria Mejuto, gestora cultural; Carlolina Pan, comunicadora y paciente de cáncer de mama, y Sonia Rodríguez, conductora de la línea 6A del bus urbano de A Coruña Esteban Alonso / Marcos Míguez

Iria Mejuto, gestora cultural, y Carolina Pan, comunicadora, ponen el foco en la necesidad de romper los esteriotipos. Barreras que derriba  Sonia Rodríguez al volante del bus urbano: «Los clientes nos dicen que conducimos mejor que los hombres»

09 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Trabajo durante muchos años en la gestión sociocultural del Fórum Metropolitano hasta que, en el 2009, decidó mudarse a Londres. «Ahí hice un máster y viví durante tres años, cuando monté mi propia empresa, Tótem. Me encontré un sector ya más dulcificado en materia de igualdad», señala Iria Mejuto, que además es cantante de una banda musical.

Para ella, el ser mujer no supuso una barrera en el ámbito profesional de la cultura, pero sí admite haber sufrido micromachismos en determinadas reuniones. «Lo noté en encuentros de asociaciones empresariales, donde era de lejos la persona más joven y además, mujer. Siguen siendo entidades con una presencia mayoritaria de hombres», relata.

Para ella, en la actualidad, el tener hijos sigue siendo una barrera en el desarrollo profesional de muchas. «La maternidad es clave para las mujeres, te baja del escenario, mientras que la paternidad no», reflexiona. En este sentido, destaca que poder conciliar la vida familiar y laboral sigue siendo el gran problema. «La conciliación es como los Reyes Magos», bromea Iria, que añade: «Soy vocalista de un grupo y, con mis compañeros no noto brecha de género, pero en el sector sí porque es muy complicado poder conciliar. Cuando yo cogí la baja maternal todo el grupo tuvo que bajarse del escenario».

Para Iria hablar de feminismo «es también hablar de esto». «Es importante hacer entender lo complicada que es la maternidad para poder emprender, por ejemplo, es un aspecto que laboralmente sigue influyendo mucho». Mañana ofrecerá una charla alrededor del 8M en Cambre, a las 19.30 horas en Vila Concepción junto a otras seis mujeres.

Carolina Pan, comunicadora y paciente de cáncer de mama.
Carolina Pan, comunicadora y paciente de cáncer de mama. MARCOS MÍGUEZ

Una de ellas es Carolina Pan, comunicadora y paciente de cáncer de mama. «Tengo la mutación genética de Angelina Jolie, el gen BRCA1, por lo que me tuvieron que quitar, además de los dos pechos, los ovarios y las trompas de Falopio», señala.

Tras esas intervenciones, cuando Carolina cuenta su caso, muchos le preguntan por la maternidad. «Lo primero que me dice mucha gente es: “Pobre, no vas a poder tener hijos”. Como si eso me invalidara como mujer, además en un momento en el que lo importante es que sigo viva».

El concepto de mujer

La chica, que tenía 35 años cuando le diagnosticaron el cáncer, «por lo que mi vida se paró en todos los sentidos», relata, destaca que hay que luchar contra estos estereotipos. «Lo pasé muy mal durante todo el proceso, en total estuve dos años con tratamientos y, vitrifiqué ovocitos porque me advirtieran que a raíz de la quimioterapia, quizá, luego no podría ser madre. Lo pase fatal en todo ese proceso y, total, al final no sirvió porque, en caso de que los quisiera utilizar, habría que buscar el ovocito sano por la mutación genética».

Carolina subraya que ser o no madre no puede definir a las mujeres. «Además, como me dijo mi cirujana, hay muchas formas de ser madre si una quiere, no solo de manera biológica», subraya la comunicadora que, ahora, poco a poco, recupera su activad laboral, tarea también complicada. «Me quitaron la incapacidad total de repente», lamenta.

Sonia Rodríguez, conductora de la línea 6A del bus urbano de la Compañía de Tranvías de A Coruña.
Sonia Rodríguez, conductora de la línea 6A del bus urbano de la Compañía de Tranvías de A Coruña. MARCOS MÍGUEZ

Mujeres al volante: «Los clientes nos dicen que conducimos mejor que los hombres»

Sonia Rodríguez Castro es una de las pocas conductoras de la compañía de Tranvías de A Coruña. «Somos 18 en una plantilla de más de 200 personas», dice la mujer, que empezó a trabajar en la empresa hace dos años.

«Un amigo me dijo que por qué no me sacaba el carné, que en A Coruña cogían a mujeres para conducir los autobuses y me animé», comenta Sonia, que tiene 37 años. «Antes de ser conductora trabajé siempre en la hostelería, estoy mucho más contenta ahora», señala la chica, natural de A Laracha.

Actualmente trabaja en la línea 6A. «De parte de los compañeros nunca recibí ningún comentario machista y, los clientes, nos dicen que conducimos mejor las mujeres», dice entre risas Sonia, que demuestra que ese dicho de «mujer al volante, peligro constante» está cada vez más en desuso. Así, relata que son muchos los usuarios del bus que les hacen comentarios. «Nos dicen que nosotras somos más prudentes».

Al frente de un vehículo, pero en este caso de un taxi, está otra Sonia, de apellido Hernández. «Empecé hace solo siete meses a trabajar como taxista», dice la mujer, que tiene 53 años y que anteriormente trabajó en diferentes sectores. «Estuve en una gasolinera, de profesora en una escuela infantil, de repartidora de prensa, de camarera, y en una empresa de seguridad. Fui cambiando en función de los caminos por los que me llevó la vida», expone.

La última vía la condujo, nunca mejor dicho, a ocuparse de un taxi. «Convencí a mi marido y nos lanzamos a la aventura. Trabajamos por turnos», comenta Sonia. La mujer cree que los estereotipos sobre la conducción femenina ya son agua pasada. «Ya se han superado, pero todavía somos minoría en muchas profesiones. Muchas mujeres se alegran al subir al coche y verme. Poco a poco irá cambiando»