Jugársela con la reforma de los Cantones en A Coruña

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

Varias generaciones estarán pendientes de la obra más importante y sensible de la ciudad en décadas, y que toca directamente el orgullo de los coruñeses

15 mar 2025 . Actualizado a las 14:18 h.

María Pita es indudablemente nuestro kilómetro cero, pero las dos estampas que perfilan Coruña como urbe, las dos fotografías que revelan con mayor nitidez la esencia de la ciudad son la Marina con sus galerías y los Cantones con sus jardines.

Todo sucede en los Cantones. Siempre y desde siempre. Es el alma coruñesa y lo ha sido desde tiempos inmemoriales, posiblemente desde que el Camino Inglés trazó por primera vez su itinerario partiendo de la iglesia de Santiago, a la orilla del mar.

Para las diferentes generaciones de coruñeses de los siglos XX y XXI, los Cantones son lugar de encuentro, de paseo, de negocios, de ocio y de eternos compañeros de piedra como el conspicuo y centenario edificio del Banco Pastor, que para nuestros abuelos y bisabuelos era además el rascacielos más alto de España.

Y aquí, en el epicentro del coruñesismo acaba de empezar la obra más importante y sensible de la ciudad en varias décadas. Después de una discutible y eventual acometida que ha dejado nuestra gran vía flanqueada por un pavimento grisáceo y extraño que no invita precisamente al paseo, llega la hora de la magia, de crear algo bonito y elegante que destierre para siempre esa provisionalidad fea y hormigonada y que vuelva a insuflar orgullo a todos los coruñeses.

Así que no vale cualquier cosa. Desde una perspectiva política, el gobierno local sabe que la obra es una gran oportunidad. Pero también que se juega mucho en los Cantones. Es el momento de hacerlo bien, de conectar este espacio con el jardín y con el puerto, de actuar con acierto y poder presumir, cuando finalicen los trabajos, de una Coruña de postal. Seguro que va a ser un éxito, pero varias generaciones van a estar muy pendientes.