Leonardo Méndez, presidente de los vecinos de la Ciudad Vieja: «Nos preocupa especialmente el mal estado del enlosado del barrio»

FErnando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Ha vuelto a ponerse al frente de la asociación tras la dimisión de Carolina Barros

28 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Leonardo Méndez (Caracas, 1975), regresa al mundo del asociacionismo vecinal. Fue presidente de los vecinos de la Ciudad Vieja del 2022 al 2024, momento en que decidió dejar paso a nuevas propuestas. Estas llegaron con la persona de Carolina Barros que recientemente anunciaba su renuncia al cargo. Con cierta premura, Méndez volvió a tomar las riendas de la asociación: «No lo tenía planeado. De hecho, voy a contestarte más como vecino que como presidente, porque casi ni he aterrizado. Fue todo muy rápido. Nos enteramos de la dimisión de la anterior directiva y, ante la posibilidad de que nadie asumiera la gestión de la asociación, preparamos una candidatura en quince días, para cubrir los puestos esenciales», explica.

—¿Quiénes le acompañan?

—Somos algunos de los que, en su momento, nos echamos a un lado para dejar sitio a más gente, a nuevas ideas. Está Fernando Mitchell, José Tedín, Lis Corrales... Y hemos conseguido meter a alguien más. Ahora el propósito es atraer e involucrar a más gente.

—¿Cómo han ido las cosas en el barrio desde que salió de la asociación?

—Creo que es de justicia reconocer que el Ayuntamiento está actuando en la Ciudad Vieja. Y no quiero que suene a peloteo, pero es que es así. Después, cada uno verá el grado de actuación desde su perspectiva o si le gusta más o menos lo que se está haciendo. Pero hay temas por los que ya peleábamos nosotros hace años que se están sacando adelante.

—¿A qué temas se refiere?

—Puedo decirte varios: la Casa Veeduría, los olmos de San Carlos, los raíles del tranvía en la zona de las Ánimas, más plazas de aparcamiento que vienen bien también para los visitantes y los que van al hospital, la reforma de la plaza de Azcárraga, que se quedó finalmente sin fondos pero que la alcaldesa dijo que seguiría peleando por ella... Se están haciendo cosas. Aunque eso no quita que queda mucho por hacer y que, por supuesto, vamos a reivindicar.

—La Casa Veeduría quedó estupenda, si no fuera por los ruidos.

—¡Vivo a unos cien metros y en los primeros días oía la ventilación hasta en mi casa! Eso es algo que hay que solucionar, pero tampoco creo que se haya hecho intencionadamente. Ya se han tomado algunas medidas correctoras, aunque no se ha solucionado al cien por cien.

—Ahora tiene a la AESIA de vecina, al menos temporalmente.

—Y bienvenida sea, como la oficina de rehabilitación y todo lo que quiera meterse en Casa Veeduría. Fue una obra importante y hay que dotarla de contenido. De aportar ideas también nos ocuparemos desde la asociación.

—¿Cuáles son los temas que ven más urgentes en el barrio?

—Hay unas cuantas cosas que tenemos claras, y que en cuanto hagamos la gestión administrativa de poner en orden todos los cargos y demás, solicitaremos una reunión con el Ayuntamiento para planteárselas. Me preocupa especialmente el mal estado del enlosado del barrio, hay que meterle mano urgentemente. Se ha venido deteriorando por el paso constante de vehículos pesados por las distintas obras. Me consta que el Ayuntamiento está pendiente de algún tipo de actuación al respecto para devolverle la horizontalidad a las piedras. Se notan los desniveles en la plaza de Capitanía, en el Parrote, Azcárraga...

—Lo del tráfico en el casco histórico, ¿es ya historia?

—Bueno, es una demanda histórica, eso sí. Te diré que por Azcárraga siguen pasando vehículos de un lado para otro sin control alguno. Y falta señalización en uno de los laterales de la plaza.

—¿Ha visto los olmos que van a plantarse en San Carlos?

—Sí. Habrá que darles tiempo a que crezcan, pero no se ha dejado vacío. A ver si llega pronto ese permiso de Patrimonio para plantarlos cuanto antes.

—¿Cómo ve la protección especial de la Ciudad Vieja respecto a las viviendas de uso turístico?

—Está bien que se regule, más que nada para que se hagan las cosas bien. Porque yo tampoco noto un trajín preocupante en cuanto a viviendas de uso turístico en el barrio. Las hay, claro. Pero no está mal, no creo que haya ningún problema al respecto. La Ciudad Vieja es un barrio en el que la gente quiere venir a vivir, tanto jóvenes como mayores que llevan aquí toda la vida.

«La festividad del Rosario la reivindicaremos todos los años que sea posible»

La Ciudad Vieja es uno de los barrios más afectados por el corte de tráfico en la Marina, con motivo de las obras del Cantón, pero Méndez relativiza el padecimiento: «El tráfico en A Coruña es complicado en cualquier barrio, no se libra ni uno. Pero en este caso es cuestión de semanas y por unas obras que, esperamos, merecerán la pena. Entiendo las molestias que puede ocasionar no solo para los vecinos de la Ciudad Vieja, sino para todo Monte Alto. Sobre todo en el tema de los autobuses. Pero es algo temporal».

—Hablando de buses, se están haciendo encuentros en los distintos barrios para definir el nuevo mapa de autobuses. ¿Cae alguna en la Ciudad Vieja?

—No, no sé por qué nos han dejado fuera. Pero vamos a solicitar que se organice una. Creo que tenemos un buen servicio, pero precisamente por eso queremos asegurarlo. Entiendo que hay barrios que tienen un movimiento poblacional mucho mayor, pero aquí también tenemos un hospital y somos una zona de bajas emisiones en la que hay que potenciar el transporte público. Hay que tener en cuenta que la Ciudad Vieja en A Coruña es peculiar. En otras ciudades es el centro, alrededor del cual fue desarrollándose la ciudad. Aquí estamos en una esquina y eso genera ciertas necesidades.

—Por cierto, el año que viene...

—No me diga más. ¡El Rosario festivo! La festividad del Rosario la reivindicaremos en todos los años en los que se pueda hacer. Pero no por hacer la fiesta sin más, sino porque creo que hay que darle a la patrona de la ciudad el reconocimiento que merece. Ese es uno de los temas que tenemos claro desde el principio, no hizo falta discutirlo: el Rosario, festivo.