La propietaria que recuperará su piso en A Coruña: «Mis hijos me decían que lo dejase estar, pero es mi casa»

C. Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Pilar Pérez con su abogado Xaime da Pena tras conocerse el fallo judicial
Pilar Pérez con su abogado Xaime da Pena tras conocerse el fallo judicial CESAR QUIAN

Pilar Pérez Peal valora la sentencia que condena a su inquilina a irse tras 5 años sin pagar el alquilar y acreditarse que rechazó ayudas sociales

08 may 2025 . Actualizado a las 17:01 h.

«En ningún momento sentí que estoy echando a alguien que necesite ayuda y esté en una situación de vulnerabilidad. Desde que falleció mi marido, en el 2020, la inquilina me dijo: “Tenía trato con tu marido, contigo no tengo nada. No me vas a echar y no me voy a ir hasta que un juez me mande salir”. Ahora, que hay una sentencia, espero que cumpla y por fin se vaya», dice Pilar Pérez Peal. La mujer, propietaria de una vivienda en la calle Eusebio da Guarda, en Os Mallos, en A Coruña, lleva cinco años sin percibir el alquiler, de forma que la deuda de su inquilina asciende a 22.000 euros. Un dinero que da por perdido, pese a que el fallo judicial condena a la arrendataria a abonar los atrasos y abandonar la vivienda.

La lucha de Pilar comenzó desde el primer impago «y ante la falta de voluntad de la inquilina». Así, la propietaria acudió a la Justicia, pero la arrendataria fue declarada vulnerable por lo que, en aplicación del Real Decreto-Ley 11/2020, se suspendió su desahucio en marzo del 2021. «Desde entonces cada seis meses intenté que revisasen mi caso, ya que tenía los informes de Servicios Sociales en los que consta que rechazó todas las ayudas que le ofrecieron», dice Pilar. Su abogado, Xaime da Pena, de dP Abogados, indica que la inquilina «no aceptó 2.000 euros de Padre Rubinos y eso que tiene una hija a su cargo». Finalmente, tras tocar todas las puertas posibles y de la mano de este letrado, lograron que un juez reabriese el caso. «Este asunto no es común, ya que se trata de una persona declarada vulnerable, pero que en realidad, roza el fraude de la vulnerabilidad. Su señoría, el juez decano Luis Pérez Merino, detectó que esta inquilina no aceptaba ninguna ayuda social ni las alternativas habitacionales de Servicios Sociales», relata Da Pena.

Con el informe del Ayuntamiento de A Coruña en la mano, en el que consta que la mujer llegó a visitar varias habitaciones, pero no aceptó instalarse en ninguna, el fallo del juez fue claro. «No es un hito histórico, pero sí es un caso único en España. Es la primera vez desde pa aprobación de ese real decreto que se logra realizar un juicio ante un inquilino declarado vulnerable». Ahora, Pilar deberá esperar dos meses a que se produzca el lanzamiento judicial.

Pendiente otro juicio por coacciones de su inquilina

«Espero encontrar la vivienda en buen estado. Yo era reacia a alquilarla, la reformó mi marido con su hermano. Pusieron todo nuevo. Él quiso rentarla, me dijo que había que darle una oportunidad a esa mujer, que tenía una hija», recuerda la eumesa, que en estos 5 años ha sufrido mucho. «Mis hijos me decían que lo dejase estar, pero es mi casa». En el juicio también argumentaron que Pilar es vulnerable. La mujer, jubilada, cobra una pensión de la que le han embargado dinero para afrontar los pagos de los suministros que su inquilina no abona. Además, padece una enfermedad y por eso quiere mudarse de Pontedeume a su piso de A Coruña, ciudad en la que reside su hijo y cuidador.

Tras ganar este juicio, la mujer espera la celebración de otro. «La inquilina me pidió 10.000 euros para irse de la vivienda, lo tengo grabado y la demandamos por lo penal», indica Pilar, que añade: «Pese a todo no le deseo ningún mal, pero espero que desaparezca de mi vida. Me da pena su hija por tener una madre así».