Juan Rivas es uno de los 3.500 sordociegos ayudados por la ONCE, que presentó en A Coruña las iniciativas para recaudar fondos para la entidad
26 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La pantalla, ubicada en el medio de la sala de conferencias de la sede de la ONCE en A Coruña, se quedó en negro y sin sonido. Un segundo, dos, tres… Cuatro. Los presentes empezaron a moverse del asiento. Algunos, incluso, miraban a ambos lados con nerviosismo. La pantalla, donde hacía nada se mostraba un vídeo de concienciación sobre la situación de las personas sordociegas en España, continuaba en negro. «Esto no es un fallo técnico», terminó diciendo la voz que narraba el vídeo. La gente respiró, en parte, aliviada. «Esta no os la veíais venir ¿eh?», exclamó entre risas desde el atril Carlos Fernández Lamigueiro, presidente del consejo territorial de la ONCE. «Esto es lo que viven a diario las personas sordociegas», habló de nuevo la pantalla.
«Todos tendemos a pensar que nuestra problemática es la más compleja y la que más cuesta, pero si somos honestos, nos damos cuenta de que, a veces, la vida le pone las cosas muy complicadas a las personas», expresó el gallego y también ciego. Por ello, este miércoles presentaron dos iniciativas para cambiar esas cosas: una camiseta colaborativa con Sfera por 15,99 euros cuyos beneficios irán destinados a la Fundación ONCE para la atención de personas con sordoceguera y el tradicional cupón del 27 de junio para recaudar fondos.
Mientras Fernández hablaba y exponía los vídeos conmemorativos, en la esquina derecha de la sala, en primera línea, una mujer de pelo corto y rizado movía las manos de una persona mayor que, a pesar de sus gafas, dejaba ver una mirada afable. Lo hacía con rapidez y determinación. Se trataba de los gallegos Juan Rivas, sordo de nacimiento que, con el paso de los años, fue perdiendo la vista y Vanesa Fandiño, su dedicada intérprete y mediadora.
El gallego, que lleva toda la vida sin oír y que perdió la vista totalmente a los 44 años, es «un referente para todas las personas de su condición aquí en Galicia», apuntó Vanesa mientras, delante de toda la sala, movía sus manos y las de Rivas con delicadeza. Ella y todas las personas que componen la ONCE forman una parte fundamental en la vida de Rivas. Una de ellas, que en ese momento compartía tarima con los protagonistas es la andaluza Carmen Ramos, coordinadora de todas las personas que trabajan de mediadoras en Galicia.
La ONCE ayudó con todo a Rivas. «A aprender a usar el bastón, la lectura braille, leer de la palma de la mano y otros recursos», explicó Rivas. Por ello, también en el acto, Belén Do Campo, delegada de la Xunta en la ciudad y Manuel Martínez Pan, delegado territorial de la ONCE en Galicia, le dieron importancia al valor y dedicación de los ponentes y a la necesidad de seguir nutriendo a la entidad de ayuda a través de la camiseta y la compra del cupón.