Trescientos científicos para ganar Medicina en A Coruña

E. Freire A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Desde la izquierda, Mar Castellanos, jefa de Neurología del Chuac y directora científica del Inibic; Juan Fafián, químico e investigador en terapia celular contra el envejecimiento; Francisco Blanco, jefe de sección de Reumatología Clínica y Traslacional del Chuac; Ana Lista, investigadora en fisioterapia respiratoria; María Arufe, bióloga e investigadora en células madre; Bertha Guijarro, informática e investigadora en test de salud fetal, y Vanessa Valdiglesias, bióloga e investigadora en nanotoxicología. Todos son profesores de la UDC
Desde la izquierda, Mar Castellanos, jefa de Neurología del Chuac y directora científica del Inibic; Juan Fafián, químico e investigador en terapia celular contra el envejecimiento; Francisco Blanco, jefe de sección de Reumatología Clínica y Traslacional del Chuac; Ana Lista, investigadora en fisioterapia respiratoria; María Arufe, bióloga e investigadora en células madre; Bertha Guijarro, informática e investigadora en test de salud fetal, y Vanessa Valdiglesias, bióloga e investigadora en nanotoxicología. Todos son profesores de la UDC MARCOS MÍGUEZ

Un plantel transfronterizo de investigadores de vanguardia y un ecosistema modélico sostienen la iniciativa de la UDC para ofrecer la titulación en el 2027

29 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Piensan lo que nadie piensa, se preguntan lo que nadie se pregunta y en su excentricidad portentosa miden el tiempo en sexenios o períodos más cortos, de tres años, que es la duración media de los proyectos que jalonan sus carreras y cuya financiación los mantiene en un bucle de búsqueda constante.

«Es un mantra que siempre llevamos detrás: el dinero nunca es suficiente. La investigación es muy cara, los aparatos lo son (y están en continua evolución), y es cara también porque para que uno llegue [hallazgo o fármaco] muchos se quedan por el camino», explica Mar Castellanos, directora científica del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (Inibic) y jefa del Neurología del Chuac, antes de subrayar «el esfuerzo importantísimo» de la Xunta para paliar la precariedad laboral crónica de los científicos en España. «Somos la primera comunidad que ha hecho una OPE [oferta pública de empleo] para estabilizar personal investigador dentro del Sergas, y creo que la idea es continuar», afirma la profesora de la UDC.

Trescientos de estos científicos, a los que la pandemia devolvió temporalmente al centro de las prioridades, desarrollan en A Coruña estudios de vanguardia relacionados con la salud. De la investigación básica, en los laboratorios del Inibic y los campus, a la aplicación clínica, con los pacientes del Chuac; de la omnipresente IA, que ya lee pruebas de imagen en urgencias del hospital, a la impresión de órganos en 3D que indaga Daniel Nieto en el Cica o la biblioteca de superbacterias que mapeó el grupo de Germán Bou. 

Estos 300 investigadores son los mimbres a los que se refirió el rector, Ricardo Cao, para ilustrar la capacidad de la universidad para implantar la titulación de Medicina a partir del curso 2027-2028. Un plantel transfronterizo que reúne a médicos, biólogos, ingenieros, matemáticos, químicos, informáticos, físicos, distintos equipos y en distintas instituciones, por un mismo fin, One Health, ultimísimo concepto que alude a una sola salud, humana, animal y de los ecosistemas. «Son los pacientes los que nos dicen qué es lo que se necesita investigar», sitúa Castellanos.

La excelencia construida por el hábitat coruñés podría tambalearse, sin embargo, si la voluntad de controlar la titulación desde Compostela persiste, tal y como parece encerrar la confusa aplicación de los acuerdos del 2015 para descentralizarla. «El Inibic es el núcleo vertebrador de nuestra investigación biomédica, con el hospital como base y la universidad como aliada fundamental. Si los investigadores terminan vinculados a Santiago, su instituto crecerá y los de A Coruña y Vigo se atrofiarán hasta desaparecer. Esta es nuestra gran preocupación», expone Francisco Blanco, catedrático de Reumatología y uno de los científicos gallegos con mayor proyección internacional. Consultados por La Voz, otros cinco grupos sirven de muestra de la fortaleza investigadora de la UDC. 

MAR CASTELLANOS

El código ictus. Primera causa de mortalidad en mujeres y de discapacidad en adultos, el ictus pide una reacción ultrarrápida de la persona afectada o su entorno para abrir la arteria cuanto antes, restaurar el flujo cerebral y minimizar el daño. El grupo de Castellanos investiga posibles biomarcadores para detectar con un análisis de sangre a pacientes que pueden sufrir complicaciones con los tratamientos.

Indaga, con el muy potente Varpa, de Informática, predictores de deterioro cognitivo, analizando imágenes de la retina mediante algoritmos de inteligencia artificial —detrás del alzhéimer, la segunda demencia es vascular, consecuencia de ictus—. Y entre otras líneas, explora soluciones de nanotecnología para conseguir atravesar la barrera hematoencefálica que protege el cerebro y conseguir hacer llegar fármacos al interior. 

VANESSA VALDIGLESIAS

¿Cuándo son tóxicos los nanomateriales? 12 personas de disciplinas diversas trabajan con esta bióloga reconocida como la mejor investigadora joven en su campo en Europa. Se inició con los efectos del fuel del Prestige en los voluntarios y actualmente coordina el primer grupo español que analiza la toxicidad de los prometedores nanomateriales, capaces de transportar fármacos al sistema nervioso, pero cuya seguridad está por evaluar.

Valdiglesias analizó nanopartículas de óxido de zinc en células nerviosas de pez cebra y dióxido de cerio en la mosca del vinagre y, entre los efectos, de todo signo, descubrieron propiedades antioxidantes del cerio en concentraciones bajas. 

JUAN FAFIÁN Y MARÍA ARUFE

Terapia celular contra el envejecimiento. La investigación del químico Juan Fafián, retornado de Londres con una beca InTalent, gira en torno a las vesículas extracelulares, estructuras con gran potencial terapéutico para mejorar la calidad de vida de los ancianos y reducir la morbilidad asociada al envejecimiento. Además, explora una vía muy novedosa de tratamiento de cánceres ginecológicos a través de la ferroptosis, una muerte celular programada, sin traslación aún a las agencias de medicamentos de Estados Unidos y Europa.

Y en el mismo grupo (TCMR), la bióloga María Arufe, que empezó en el Mount Sinaí de Nueva York, trabaja en laboratorio con células madre mesenquimales de cordón umbilical para conocer los mecanismos de la inflamación y su reparación en enfermedades muy prevalentes como la artrosis y la endometriosis.

Arufe y Fafián organizan un simposio internacional de primer nivel sobre envejecimiento celular y metabolismo que se celebrará en A Coruña entre el 21 y el 23 de julio. 

FRANCISCO BLANCO

Reumáticos y autoinmunes. 18 proyectos de investigación y cerca de 40 ensayos clínicos desarrolla el grupo de Francisco Blanco, pope de la reumatología internacional e impulsor del primer trasplante en España de condrocitos de cultivo local. Ahora exploran una terapia avanzada con mitocondrias para reparar lesiones de cartílago y nuevos instrumentos para mejorar la predicción, el pronóstico y la respuesta a las terapias biológicas.

Desde el descubrimiento de las patologías autoinmunes y la identificación de dianas terapéuticas a través de la biología molecular que afinaron la eficacia de los tratamientos, la medicina personalizada se abre paso, con el análisis de datos moleculares, clínicos, de imagen, genéticos o epigenéticos. 

BERTHA GUIJARRO

Algoritmos de salud fetal. El test que desarrolló Guijarro para monitorizar la salud de los fetos a partir de la semana 32 no tuvo el efecto deseado porque la digitalización del Sergas estaba en pañales y los médicos tomaban notas en libretas. Pero el trabajo dio pie a una investigación en IA, el aprendizaje automático, que ha marcado la trayectoria del grupo Lidia, y 30 años después podría recibir una segunda oportunidad a través de un consorcio europeo, aún sin financiación, para desarrollar nuevas herramientas de IA en salud fetal.

Hoy el grupo colabora con la Universidad de Kent en la búsqueda de relaciones entre restricciones dietéticas y antienvejecimiento, y analizan con cardiólogos del Chuac perfiles genéticos de supervivientes de infartos, una pequeña muestra que a pesar de su tamaño entraña un gran valor científico, vinculado a la denominada IA frugal. 

ANA LISTA

Músculos para respirar. Una estancia en la universidad de KU Leuven con Daniel Langer le abrió a esta investigadora una vía pionera en Europa para evaluar la disfunción muscular respiratoria, no solo a través de la medición de la fuerza, como se venía haciendo, sino de la resistencia, o capacidad del músculo para vencer la fatiga.

Los resultados permitirán actualizar las referencias en vigor desde 1997, una vez que los fabricantes integren los algoritmos en los equipos de medición, y perfeccionar la detección precoz de patologías para las que Ana Lista también investiga abordajes terapéuticos.

Un ensayo clínico trata de descifrar si dos prácticas que por separado tienen evidencia científica (el ejercicio aeróbico y de fuerza-resistencia típico de la rehabilitación cardiovascular, por un lado, y el entrenamiento de los músculos respiratorios, por otro) tienen efecto sumatorio cuando van juntas.