Así es la nueva planta de Estrella Galicia en Morás: 72.000 botellas por hora, robots de ayuda y tuberías kilométricas
A CORUÑA







La nave de Arteixo, con 76.000 metros cuadrados construidos, está programada para crecer y producir 900 millones de litros de cerveza al año
15 jul 2025 . Actualizado a las 19:48 h.Un ejército de botellas avanza lentamente por una cinta transportadora. No van precisamente en fila india. Son como un pelotón denso, numerosas unidades a ritmo lento. La fila se pierde en esta parte de la fábrica de Estrella Galicia en Morás (Arteixo), la nueva cocina de la compañía gallega. Estamos en la zona de envasado, la meta de todo un proceso que comienza en la otra punta de estos 76.000 metros cuadrados programados para ser ampliados según la necesidad de la producción.
Sigamos la pista de las botellas. Aquí reciben una dosis de agua para su limpieza. A partir de ahí, aparecerán con la abertura hacia abajo, para no dejar ningún resto líquido. Y entonces entran en una especie de centrifugadora gigante, la llenadora isobárica, le llaman aquí. Porque es el momento del llenado. Paralelamente, por encima hay otra pequeña cinta por la que discurren las chapas metálicas que acabarán sellando las botellas con la cerveza ya en el interior.
Esta gran sala refulge de color metálico y rojo. A las botellas aún les queda un pequeño trecho hasta apilarse en cajas, que son ordenadas y redirigidas por brazos robóticos. Las cajas se van organizando en pequeñas camadas hasta ser colocadas por un palé que reciben desde abajo. Todo está mecanizado.
Así concluye el proceso en esta gran instalación de Estrella Galicia, la segunda después de A Grela, ubicada en una parcela de 466.000 metros cuadrados. Por muy lento que hubiéramos visto avanzar ese pelotón de cristal, aquí se llenan 72.000 botellas por hora. Con este proceso se embotellan 75 millones de litros al año, si bien se podrían alcanzar los 400. «Pero tendremos capacidad para 900», matiza Miguel Calvo, director de Ingeniería de Hijos de Rivera en la entrada del edificio, la parte social diseñada por el equipo de arquitectura de Gallego Jorreto, y que simula burbujas de cerveza y en cuyo interior domina la madera.
Esta fábrica comenzó a producir cervezas hace un año, pero por la tercera planta aún hay despachos vacíos. Calvo señala que este rincón del polígono de Morás ha sido una gran confluencia de recursos humanos y empresas. «Aquí han participado 2.500 personas y 500 compañías, y han coincidido hasta 600 personas operando en la fábrica», señala. Actualmente trabajan 140 empleados.
Tras la zona de oficinas, desde un pasillo se observa la sala de calderas. «Aquí se prepara el mosto a través de dos líneas de cocimiento, llamadas Morás 1 y Morás 2», señala Silvia Álvarez, directora de la fábrica. Con un único cocimiento se consiguen 70.000 litros de cerveza.
El bagazo se vende
El tour por la nave continúa con la torre de molienda, de 40 metros de altura. Como el resto de la instalación, está diseñada para «poder crecer». Hay varios silos para maíz y malta, al fondo, un tanque de bagazo. «Lo vendemos para empresas de alimentación de animales», explica Silvia Álvarez. Posteriormente se observan los tanques de fermentación (19) y maduración (36), donde el proceso ha de durar entre 12 y 20 días. «Y quedan más huecos para seguir ampliando tanques». Es decir, estamos en una fábrica grande que está diseñada para serlo aún más. Las torres y los silos están conectados con una amplia colección de tuberías. El dato tampoco pasa inadvertido: la fábrica de Estrella Galicia en Morás tiene 70 kilómetros de tuberías. Por seguir con los números, aquí se han colocado 25.000 metros cúbicos de hormigón y 6.000 toneladas de acero, un material que refulge por todas las latitudes.
La directora, Silvia Álvarez, explica junto a la sala de frío que el CO2 que se emplea en el proceso siempre se reutiliza. «Se recoge y se reutiliza para ajustar la carbonatación de la cerveza», explica antes de señalar una parcela al otro lado de la carretera. «Son 50.000 metros que también pertenecen a Hijos de Rivera, en el futuro prevemos construir un almacén automático conectado por un puente por donde se trasladarían los palés, sería un almacén en altura», afirma.
Camiones al día
Al final de la tercera planta un gran ventanal permite observar el puerto exterior, la cantera próxima a la AG-55 y el resto de las naves de la fábrica, inferiores en altura y dotadas con plantas fotovoltaicas. «Producimos el 20 % de la energía que consumimos», señala Miguel Calvo. Torciendo hacia la derecha se descubre la nave de envase de cerveza de bodega. Justo delante hay uno de los grandes bloques de piedra que hubo que dinamitar para construir una planta gigantesca, que pronto superará en número los datos de producción de la fábrica primigenia de A Grela. De esta salen actualmente 200 camiones al día, mientras que de Morás, apenas 40. Pero la previsión es que esta cifra suba a los 350 camiones diarios.