
Juan Antonio Cuéllar asume con transparencia la deuda de la entidad y prepara el camino para volver a convertirla en un gran referente
26 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La verdad es que no estamos acostumbrados a estos ejercicios de sinceridad, porque la transparencia suele ser rara avis entre quienes ejercen cargos públicos, y no necesariamente relevantes. Por eso, cuando La Voz de Galicia consultó a Juan Antonio Cuéllar, gerente del Consorcio para la Promoción de la Música, si la delicada situación económica de la Orquesta Sinfónica de Galicia obliga a realizar recortes drásticos en varios apartados, me sorprendió su respuesta afirmativa. Esperaba todo lo contrario.
Sin rodeos, sin poner parches absurdos y con absoluta claridad explicó que, en efecto, la realidad obliga a adoptar medidas radicales; que se le ha pedido a los artistas invitados que se rebajen el caché un 40 % para venir a tocar o a cantar (lo que implicará necesariamente la renuncia a algunas actuaciones) y que hay que buscar recursos extraordinarios, como conciertos en el Coliseum con estrellas del rock o del pop, para hacer caja. El objetivo es enjugar una deuda de un millón de euros, que era de un millón y medio cuando él llegó.
Y no pasa nada por poner las cartas boca arriba, sin trucos. Al revés; es mucho mejor si queremos que el público entienda los motivos de los recortes y de otras decisiones dolorosas. Y ojalá otros actuasen también de esta manera.
Pero Cuéllar hace algo más: desliza el mensaje optimista de que su plan de actuación será eficaz en el plazo de un par de años y sitúa ahí el objetivo de recuperar toda la grandeza y el esplendor de una de las mejores orquestas de España. Me parece un planteamiento inteligente y me da la impresión de que la Sinfónica ha tenido la suerte de caer en manos competentes. Que así sea.