De «after» a espacio de oficinas en A Coruña

C. Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La planta subterránea, antaño pista de baile, acoge ahora diversos espacios de trabajo
La planta subterránea, antaño pista de baile, acoge ahora diversos espacios de trabajo CESAR QUIAN

La empresa tecnológica Hack a Boss reformó el local número 8 de la calle Nicaragua, que antaño fue Budha

04 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

«La gente se asoma curiosa para ver el local», apunta Pilar Varela, responsable de talento de la empresa de A Coruña Hack a Boss, especializada en formación tecnológica intensiva en áreas como programación web, ciencia de datos e inteligencia artificial. No es para menos, ya que desde la puerta de la oficina lo primero que se ve es una barra de bar al fondo. «El local era un after antes de que lo cogiésemos nosotros, aclara Pilar., que añade: «Era el Budha, muy conocido en la movida coruñesa de los 80. La parte de arriba era más para copeo y abajo ya era la pista de baile, donde se juntaba la gente ya de madrugada y hasta primera hora de la mañana», indica Pilar.

Cuando ella y sus compañeros llegaron al bajo, en la calle Nicaragua 8, en el ensanche de A Coruña, lo acondicionaron por sus propios medios. «Lo hicimos todo nosotros. Pintamos las paredes y montamos un aula en cada planta», indica la profesional, que añade: «Nacimos como startup, fue un proyecto de emprendimiento y en un inicio estábamos enfocados en los bootcamps (cursos intensivos de formación). Muchos de los muebles que mantenemos los compramos por Wallapop».

Tras ese primer acondicionamiento, en el 2019, recientemente volvieron a reformar el espacio. «Como crecimos muy rápido nos mudamos, primero a la Galera y luego a la calle Real, y este lo alquilamos», dice Pilar. Tras la pandemia, el modelo de negocio cambió. «Con el covid pasamos a realizar toda la formación de en línea. Fue duro porque tuvimos que adaptarnos, pero también supuso una oportunidad para nosotros y ahora todas las clases las realizamos en esa modalidad, son leccioens en directo, pero online», detalla.

Así volvieron a los orígenes. «Como el local es propiedad de la empresa regresamos el pasado febrero tras una reforma. Arriba mantenemos la barra del after, donde nos hacemos cafés o calentamos la comida en el micro, y donde tenían la cocina, tenemos una salita. Luego, instalamos una mesa de trabajo, tipo coworking, porque la modalidad de trabajo es híbrida, el personal puede teletrabajar o venir a la oficina. Las reuniones sí intentamos que sean presenciales», explica la responsable de talento. En la actualidad la compañía  coruñesa está entre las 50 tecnológicas que más crecen del país, según Deloitte, y entre las veinte empresas más prometedoras de España, de acuerdo con Linkedn.

La planta de arriba acoge ahora una mesa de trabajo, aunque mantiene la barra del after
La planta de arriba acoge ahora una mesa de trabajo, aunque mantiene la barra del after CESAR QUIAN

En la planta de abajo, que en el pasado acogía la pista de baile, cuentan con una mesa de trabajo y un espacio para reuniones acristalado. «También tenemos dos cabinas que habíamos diseñado para la oficina de la calle Real. Son insonorizadas, tienen aire acondicionado, permiten ajustar la mesa y en ellas los trabajadores tienen un espacio para videollamadas o reuniones en el que estar tranquilos».

Además, en el piso subterráneo también hacen de vez en cuando eventos. «Es un espacio grande. Nos permite poner asientos en la parte delantera, donde tenemos una pantalla, y mantenemos la mini barra del antiguo local, por lo que tenemos espacio para colocar el cátering». Y donde era la cabina del disyóquey, han aprovechado para dejar un trastero.

Del Buda a Batman

Entre una planta y otra, un Batman gigante. «Fue un regalo de la compañía al director general porque es su superhéroe favorito», cuenta Pilar. Antes, en vez de esa figura había un Buda en la entrada del local. También forma parte de la decoración un cuadro con el primer logo de la firma. «Como los clientes decían boss, de jefe, lo cambiamos, pero originalmente la empresa era Hack a Blue Ocean Star (jaquear una estrella del océano azul) y de ahí lo de BOS, por las siglas », explican desde una empresa que con personal que trabaja desde distintos puntos del mundo y que fue la primera en instalar la jornada de cuatro días en la ciudad.

Gado Gado y Soweto, otros locales míticos del mañaneo que ya bajaron la persiana

Durante algunos de los años de actividad del Budha, ahora oficina de Hack a Boss, operaron también otros de los after hours más míticos de la ciudad, como el Gado Gado o el Soweto.

Los tres se ubicaban muy cerca uno del otro, lo que permitía a los coruñeses elegir donde finalizar la noche de fiesta o más bien donde empezar el día, ya que estos locales funcionaban hasta por la mañana. Su actividad fue motivo de quejas vecinales. En el 2009 la Asociación de Vecinos de el Ensanche presentó en el Ayuntamiento 300 firmas de residentes de calles como Cabo Santiago Gómez y Magistrado Manuel Artime para exigir al gobierno local que mostrase las licencias de nueve locales que, según denunciaban, eran origen de peleas y punto de encuentro de narcotraficantes y drogadictos.

Entre los espacios que señalaban estaba el Soweto, que operó en la calle Manuel Artime desde el 86 hasta el 2012, el Gado Gado, en la calle Nicaragua; y el Budha.