Baiuca triunfa en A Coruña con la electrónica más gallega

Rubén j. garcía / M. C. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Marcos Míguez

La fusión de tradición y vanguardia de Alejandro Guillán electrizó María Pita en la primera noche de las fiestas de agosto

02 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El mejor estreno posible. Baiuca puso en marcha las clásicas Noites de María Pita con un concierto que sumergió A Coruña en una fusión entre la música tradicional gallega y la electrónica más avanzada del panorama internacional. Un binomio de éxito asegurado para Alejandro Guillán, quien hizo de la icónica plaza coruñesa un auténtico festival al más puro estilo de Tomorrowland pero aquí con gaitas, panderetas y cantos populares como protagonistas.

Lejos de buscar el centro de los focos, pero dueño absoluto del espectáculo, el productor y artista gallego apareció tras su mesa de mezclas para ceder la primera fila a sus invitados estrella de la noche: Xosé Lois Romero y su grupo Aliboria, y la voz de Antía Muíños. Juntos dieron forma a un ritual colectivo en el que el folklore y la experimentación se elevó hacia una nueva dimensión.

El concierto, enmarcado en la gira de presentación de su último disco, Barullo (2024), se prolongó durante una hora y media, tiempo suficiente para que el de Catoira reafirmase el meteórico ascenso que lo ha llevado, junto a Tanxugueiras, a ser uno de los grandes referentes del resurgir de la música tradicional gallega.

Con una puesta de escena única y los primeros acordes de Rachafaldra, Baiuca comenzó a encender el ambiente entre los miles de espectadores congregados en la plaza que, como ya es costumbre, respondieron a la altura del concierto. El viaje hacia la tradición y la vanguardia de Alejandro Guillán continuó con canciones como Olvídame y Toutón, junto a Aliboria, Muíño, Caravel o Magüeiro.

«É un pracer vir sempre aquí», saludó el músico en la primera pausa para agradecer la presencia del público, entregado en una comunión de cánticos y bailes. Las luces, las proyecciones hipnóticas y la percusión al unísono crearon un espectáculo total al que, además, la noche plácida que reinó en la ciudad acompañó a la perfección.

El punto álgido llegó con el ya mítico «Só quero saber, cando te vou ver...» de Morriña, uno de sus temas más reconocidos, poco antes de despedirse con Veleno y la cerrada ovación de los miles de fieles que se congregaron en la plaza.

A Coruña respondió a lo grande a un estreno de altura de las Festas de María Pita. Con el listón muy alto, hoy será el turno de la gran Bonnie Tyler que intentará superar la fusión de tradición y vanguardia con la que Alejandro Guillán regaló a la ciudad un concierto imborrable.