«Rockstars» entre carritos de bebé

Miguel cebrián / r. d REDACCIÓN / LA VOZ

A CORUÑA

Rock en Familia hizo un repaso a grandes éxitos del género en María Pita

12 ago 2025 . Actualizado a las 08:44 h.

Ir a un concierto de rock con un carrito de bebé es de rockstar. Lo fueron todos los que este lunes asistieron junto a sus hijos, sobrinos y nietos al concierto de Rock en Familia de María Pita. Sabían eso de que los gustos hay que inculcarlos desde que son pequeños y el evento terminó siendo un lugar idóneo donde iniciarse. A través de cuentacuentos y grupos tributo nacionales, grandes y pequeños disfrutaron como niños de un recorrido por las historias y las canciones de las bandas y cantantes más icónicos del género, como Bon Jovi, Ramones, AC/DC, Guns N’ Roses o Red Hot Chilly Peppers, entre otros.

«Soy de aquí, pero residimos en Tenerife. Vimos esto y nos gustó mucho. Mi marido me inculcó la música rock y ahora a ver si a mis hijos también les gusta», confesó Maica Fariña, vestida con una camiseta sin mangas de AC/DC, mientras sostenía en brazos a uno de sus cuatro hijos. Su marido, a dos pasos de ella, iba más de paisano. «Intento también que les mole esto», dijo, también, con una sonrisa.

Mientras los músicos subían al escenario uno podía pensar que quizá no fuera muy de rockstar un concierto a plena luz del día y en lunes, pero ya les gustaría a muchos heavies experimentados tener la energía de muchos de los del público en ese horario. «¿Sabéis qué hay que hacer en un concierto de rock? ¿Lo sabéis? ¡Todo lo que no podáis hacer en casa!», gritó María, la presentadora, con una gorra estilo Angus Young nada más comenzar.

Por supuesto, el concierto empezó con los Beatles. Tras una explicación breve por parte de un muñeco desde una gigantesca pantalla sobre el origen de los artistas, los tributantes mostraron pinceladas de la magia de los ingleses. Continuaron con AC/DC y después con Queen, no sin antes avisar por micrófono de que un tal Pedro y un tal Antón se habían pasado con el rock y les estaban buscando sus familiares. Mientras pasaban los himnos, padres y madres nostálgicos llevaban a sus hijos a hombros mientras ellos, inocentes, hacían el símbolo del rock con las dos manos. Como en una especie de Woodstock en miniatura.

El monigote continuaba con su tarea de hablar de las partes más cruciales en la vida de cada compositor antes de sus apariciones, para que los niños, ojipláticos, siguieran después las indicaciones de los dobles mientras los padres parecían, en ocasiones, preguntarse con la mirada qué hubiera sido presenciar a los originales. «No llegué a ver Queen, pero pude ver a Dire Straits y a los Rolling en su día», confesó Antonio Seoane junto a sus dos hijos y su mujer.

Aunque mole mucho, si se suprime el halo oscuro del rock aún quedan lecciones muy valiosas por aprender, tal y como admitieron muchos de los pequeños alumnos (con el perdón de Jack Black) de la «escuela de rock» que se vivió ayer en la plaza. La alegría de Queen, la energía de Bon Jovi, la innovación de los Beatles, la diversión de los Red Hot Chilly Peppers o la sensibilidad de Mecano cumplieron su labor docente en un momento en el que hay tiempo para todo menos para los deberes.

En una de las últimas filas, mientras sonaba de fondo Blitzkrieg Bop, Marta Sande, la hija del amante del rock Víctor Sande, que ayer se encontraba junto a sus hijos, bailaba junto a su hermano. «Me gusta mucho el Mago de Oz y alguna canción de Ozzy Osbourne, el príncipe de las tinieblas», confesó después de que ella y el resto de niños ganaran «el concurso de ruido» propuesto por un Joey Ramone castizo a cambio de un par de chuches. Eso sí que fue de rockstar.