Un estreno que apela a lo emocional

Hugo Álvarez Domínguez

A CORUÑA

CESAR QUIAN

26 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La Semana Clásica unió en María Pita a la Banda Municipal de Música con Cantigas da Terra para el estreno de una obra singular: As cigarreiras, estampa galega, en tres actos, con música de Luis Bolón y textos de Paula Carballeira (Premio Nacional de Literatura Dramática) y Carlos Ares, sobre la revuelta que en diciembre de 1857 emprendieron las cigarreras de la Fábrica de Tabacos de A Coruña. El resultado es un sainete costumbrista donde con la banda se funden gaitas, zanfoñas o conchas; mientras el coro subraya acontecimientos que suceden en primer término.

La rutina agotadora de las cigarreras explotadas, la defensa de su identidad y dignidad, y la rebelión germen de otras que vendrían. As cigarreiras aborda un sentir colectivo desde la figura central de la cigarrera María Pena Barreiro, a la que Isabel Risco personifica con su habitual elocuencia: rodeada de sus compañeras, en largos melólogos, dibuja la dignidad del gremio hasta encontrar en la rebelión la única salida al universo caciquil que enfrentan. Junto a María, Avelina (Victoria Pérez), cigarrera embarazadísima; y hombres que ejercen su poder (Alberte Bello, Manu Fernández, Jose Losada). La trama es esquemática, pero conecta con un público que aplaudió varios momentos.

La partitura usa leitmotifs tradicionales (estilo que Cantigas da Terrra domina), y da a la Banda un subrayado orquestal para el texto que es lo más interesante en lo musical: cuando coros y banda se unen podrían explotarse más las posibilidades de ambos estilos. La Banda Municipal es siempre sólida, y Juan Miguel Romero Llopis la dirige con decisión; lo mejor, el valor expresivo de la parte orquestal. El movimiento escénico (Estefanía Gómez e Iván Villar) saca el máximo partido al espacio e integra bien la danza con el grupo Santaia. 90 minutos parecen excesivos, y puede debatirse sobre si sería más interesante recuperar una obra ya existente; pero la propuesta sabe apelar a la emoción del público: esa es su mejor baza. La presencia de las últimas cigarreras desparramó el entusiasmo de una plaza repleta. Éxito de público: merece más recorrido.