La artista cordobesa cerró las fiestas de agosto de A Coruña
26 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Vega se subió al escenario de María Pita dispuesta a cerrar con honores los conciertos de este verano. Con el sol ya escondido, a diferencia de cuando empezaron las primeras Noches de María Pita, la compositora cordobesa comenzó su espectáculo.
La cantante, cuyo nombre es Mercedes Miguel Carpio, fue una de las artistas que salieron de la segunda edición de Operación Triunfo en el 2002. Desde entonces, y tras veintidós años de trayectoria y dos nominaciones a los grammy latinos, se ha convertido en una de las voces más respetadas de la industria. Su último trabajo, el álbum Ignis, se publicó a finales de octubre del año pasado.
A pesar de su origen andaluz, desde hace años tiene una unión muy especial con Galicia gracias a su familia. Este año ya ha actuado en O Grove y se espera que lo haga este otoño en Lugo y Santiago de Compostela. A pesar de esta conexión con Galicia, la última vez que actuó en María Pita fue en el 2009. 16 años después, vuelve al escenario coruñés con mucha más experiencia.
Entre el público había verdaderos fanes emocionados con sus canciones y personas que fueron con la mente abiuerta a ver qué les ofrecía la velada. Predominaban, no obstante, los que sí conocían a Vega. Una niña pequeña, cuando la artista salió a las tablas, gritó con familiaridad y entusiasmo: «¡Es Mercedes!».
Emoción
Tras un escueto «¡Que guapos estáis!» como saludo, comenzó el concierto con uno de los temas de su último álbum, Si los árboles bailan, tocando la guitarra y arropada por una banda muy completa, con dos teclados, batería, bajo y otras dos guitarras.
Después de tocar las poderosas Haneke y Wolverine, agradeció al público el cálido arropamiento que le mostraron desde el inicio. Vega siempre ha dicho abiertamente que A Coruña es para ella un hogar.
Cercana a la emoción, homenajeó uno de los paisajes más icónicos de la ciudad con el tema Santa Cristina. Confesó que «Si hubiera un lugar en el que me gustaría quedarme para siempre, sería Santa Cristina». Y llevó su amor por la tierra gallega aún más lejos: «Me quiero morir en Galicia el día que me toque».
Vega dio un concierto a la altura de las expectativas de una artista con una trayectoria como la suya. Las fiestas de María Pita suelen contar con actuaciones muy variadas: lo clásico, lo innovador o lo más pop. Con una puesta en escena muy sobria y una gran calidad vocal, Vega condensó mucha de esa variedad en una sola noche.