Roberto Musso, del Cuarteto de Nos: «Es llamativo ver cómo los jóvenes son mayoría entre nuestro público»

Rubén J. García / R. D. A CORUÑA

A CORUÑA

Cedida

La banda de rock uruguaya actuará el 6 de septiembre en Pelícano con motivo de la presentación de su último álbum Puertas

03 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras más de 40 años de carrera, El Cuarteto de Nos vive una nueva juventud. La banda de rock uruguaya actuará el 6 de septiembre en la sala Pelícano de A Coruña (21.00) dentro de la gira internacional de Puertas, su más reciente disco. Roberto Musso (Montevideo, 1961), vocalista y compositor, comparte las claves del álbum, reflexiona sobre la industria musical y repasa su consolidada trayectoria.

—¿Cómo nace este grupo?

—El Cuarteto es una banda de rock alternativo, como nosotros nos auto definimos en las redes, una banda de rock rara quizás por el enfrentamiento de la lírica y de las letras. En el 2006 la banda se expande internacionalmente, recorremos todos los años Latinoamérica, de hecho, el 98% de los shows son fuera de Uruguay, en realidad. Uruguay es un mercado muy chiquito. Vivimos mucho del viaje y en este 2025 nos encontramos en el mejor momento de la banda haciendo shows muy grandes por toda Latinoamérica y ahora nos toca de vuelta a España que, generalmente, la visitamos una vez al año.

—Coincide además con la presentación de vuestro último álbum Puertas, ¿qué novedades traéis en este trabajo?

—Siempre tratamos de experimentar disco tras disco. Hay algo muy llamativo en la banda del cuarteto que es que la gran mayoría del público que nos va a ver a los shows es adolescente o menor de 20 años de edad. No es algo bastante común que sucede en el rock. Las letras han llegado a jóvenes porque hablan del tema de la salud mental con el que quizás las nuevas generaciones se han identificado muchísimo, y que hace que estos shows multitudinarios sean también con una energía muy, muy fuerte. Esa parte que van desde el rock hasta el hip-hop mezclado con rock y el disco este de Puertas tiene mucho de eso. Creo que es una continuación de nuestros dos últimos discos.

—¿Esa conexión con los jóvenes cree que es fruto de los temas que tratan en sus canciones?

—Sí. Debe ser un montón de parámetros que hacen que el resultado de esa función sea ese Obviamente tenemos público de todas las edades, pero es llamativo que un altísimo porcentaje de públicos tipo pibes, como decimos acá, muy jovencitos, que, además de vivir gritando las letras de las canciones desde el primer momento, se van incluso con los outfits de las canciones. Ahora los shows son un disfrute enorme. Hace un mes atrás reunimos 15.000 personas en el Movistar Arena de Santiago de Chile, otros 35.000 en el estadio de Ferrocarril Oeste en Buenos Aires. Llama mucho la atención el colorido, la energía y la intensidad con la que viven los chicos las canciones.

—Con el ejemplo de la salud mental que mencionaba, ¿cree que hay mayor libertad para expresarse ahora sobre ciertos temas? 

—Sí, ahora se habla mucho más por suerte. Hay una cuestión de por qué esta generación se conecta mucho más con esos temas que es indudable y que quizás no pasaba con las generaciones nuestras porque eran más tabú. Tengo una hija de 14 años y como que también estoy un poco conectado, a través de ella, con lo que están viviendo. Son temas que habitualmente no se tocan en las canciones de ningún género. En el caso nuestro, esas líricas están siempre abordadas desde un punto donde se trata de analizar la canción pero sin que haya vencidos ni vencedores ni buenos ni malos. Cómo plantear los temas en cuanto a personajes, situaciones y que cada uno decida qué lugar le da en su propia vida en la canción.

—Suele definir al Cuarteto de Nos como «una banda rara», pero imagino que tuvieron algunos referentes en sus inicios... 

—Musicalmente nosotros somos una banda que, cuando empezamos, nos gustaban mucho las canciones de los Beatles, del rock de los 70, Led Zeppelin, Deep Purple… toda esa movida fue un poco de las primeras canciones que tocamos. Eso de que somos raros es porque hemos tomado prestado de otros géneros. Hay canciones que son mezclas bastante extrañas. Marioneta es una canción que tiene mitad cumbia peruana y mitad Sex Pistols que llama la atención. El contrapunto para humano y computadora que ni siquiera es una canción tradicional, es una especie de duelo entre dos hip-hopers que es un punto muy alto del show por todo lo que está en auge de la inteligencia artificial.  

—Ahora hay muchos géneros emergentes que, quizás, han optado por una mayor sencillez en sus composiciones para el camino al éxito. ¿Qué le parece todo ello?

—En todas las épocas ha pasado siempre esa dicotomía entre la música más elaborada y la música que se consume de forma volátil. Hoy, por ejemplo con los llamados géneros urbanos creo que como con todo género hay cuestiones que están muy bien y otras reiterativas. Me da la impresión que con el cuarteto hemos podido construir una identidad muy propia. Estas letras del cuarteto no las encontrás en ningún otro lado. Me da la impresión de que algún chico, sobre todo uno inquieto musicalmente que no le gusten tantas canciones sencillas en la letra o que se repiten tanto los mismos temas, encontró en el cuarteto un refugio, un lugar donde sentirse cómodo. No te miento que a veces en los shows veo al Roberto de 15 años frente a su banda alternativa que no escuchaba el mainstream. 

—Tenía por aquí el dato de la población de Uruguay, 3,5 millones de habitantes, y vuestros oyentes en Spotify, 4,5 millones.¿Qué sensación le producen estas cifras?

—Tal cual como vos decís. Nos escucha un Uruguay y medio casi (se ríe). Tiene mucho que ver con lo que decía. Tenemos un público muy fuerte en México, Colombia, Argentina, Chile. Realmente las bandas o artistas que hemos podido vivir de nuestra música los cuento con los dedos de las dos manos. Somos pocas las bandas y los artistas que hemos salido y tomado ese riesgo.

—¿Cuándo notó que el grupo podía tener un futuro contrastado?

—Te diría que fue en la época del 2006, cuando salió nuestro disco Raro, el más emblemático te diría. Ahí nos empezamos a dar cuenta que nos empiezan a llamar de festivales lejos de Uruguay. Además vinieron nominaciones para el Latin Grammy que para nuestro país era algo inédito. Nos dimos cuenta que todo parecía serio. Fue una apuesta por asumir que, si no nos dedicábamos a ser una banda full time, íbamos a perder una oportunidad.   

—¿Cómo está viendo la evolución de la industria musical en estos 40 años?

—Con el Cuarteto hemos vivido todo el cambio del soporte, de la forma de escuchar música, porque cuando empezamos a tocar todavía estaba el disco en vinilo y hasta el cassette. Vivimos la etapa del CD, del compact disc y ahora todo lo que es el streaming y las plataformas digitales. Me da la impresión que hemos salido ilesos de todo ese cambio por la potencia del show en vivo. Somos una banda que tocamos mucho. No bajamos de 70, 80 shows por año. La gente se dio cuenta que el cuarteto es una banda de cercanía con el público y no una banda de las redes. Por más que tenemos mucho contacto con los fans pero el show en vivo ha sido la estrategia a la cual apostamos. 

—En alguna entrevista comentaba que Montevideo, la ciudad de donde vienen, está abierta al mar y aquí A Coruña encuentran un escenario prácticamente, ¿cree que hay algún tipo de conexión entre ambas ciudades? 

—Claro, obviamente. Es muy común que aquí haya gente descendiente de abuelos de Coruña, o de Valencia en general, digamos. Es muy grande toda esa influencia de aquí. Uruguay es un 60 % descendiente de la parte de Galicia. Montevideo es una ciudad también pequeña, de millón y medio de habitantes pero muy volcada al mar. 

—¿En qué se inspira a la hora de componer sus temas?

—Como compositor, yo en las giras no me pongo ese chip. Me programo solo para cantar y descansar. Acá en Montevideo es donde aprovecho el tiempo que tengo para poder componer.

—Para finalizar, ¿qué puede esperar la gente de este concierto?

—Es un show que en un par de horas recorre un montón de fuerza musical y de emociones a nivel lírico. El tiempo se pasa volando porque es muy entretenido y dinámico. Es un show en el que mezclamos canciones emblemáticas con algunas del disco más nuevo. Tiene un poder muy especial y la gente que ya nos vio se va a encontrar un show muy renovado. Canciones que hace un tiempo no tocábamos junto al estreno de cinco temas del último álbum.