
La Circulación Meridional Atlántica (AMOC), un sistema clave de corrientes oceánicas que caldea el clima en Europa, podría detenerse después del año 2100
01 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.En escenarios de altas emisiones, la Circulación Meridional Atlántica (AMOC), un sistema clave de corrientes oceánicas que caldea el clima en Europa, podría detenerse después del año 2100. Esta es la conclusión de un nuevo estudio, con contribuciones del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK). El colapso reduciría el aporte de calor del océano hacia el norte, lo que provocaría sequías estivales y extremos invernales severos en el noroeste de Europa, así como cambios en las franjas de lluvias tropicales.
«La mayoría de las proyecciones climáticas se detienen en el año 2100. Sin embargo, algunos de los modelos estándar del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) se han proyectado siglos hacia el futuro y muestran resultados muy preocupantes», afirma en un comunicado Sybren Drijfhout, del Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos, autor principal del estudio publicado en Environmental Research Letters.
El vuelco profundo en el Atlántico norte se ralentiza drásticamente para 2100 y se detiene por completo a partir de entonces en todos los escenarios de altas emisiones, e incluso en algunos escenarios de emisiones intermedias y bajas. Esto demuestra que el riesgo de colapso es más grave de lo que muchos creen.
La AMOC transporta agua tropical calentada por el sol hacia el norte cerca de la superficie y envía agua más fría y densa de vuelta al sur, en profundidad. Esta «cinta transportadora» oceánica ayuda a mantener un clima relativamente templado en Europa e influye en los patrones climáticos mundiales.
En las simulaciones, el punto de inflexión que desencadena el cierre de la AMOC es un colapso de la convección profunda en invierno en los mares de Labrador, Irminger y Nórdico. El calentamiento global reduce la pérdida de calor invernal del océano, ya que la atmósfera no es lo suficientemente fría. «Un debilitamiento y una interrupción drásticos de este sistema de corrientes oceánicas tendrían graves consecuencias a nivel mundial», señala Rahmstorf, investigador del PIK. Además, estos modelos estándar no incluyen el agua dulce adicional derivada de la pérdida de hielo en Groenlandia, que probablemente impulsaría el sistema aún más.