El gobierno local de A Coruña cierra el proyecto de restauración de la delicada plaza de Azcárraga
A CORUÑA

Marcial Rodríguez, del estudio compostelano RVR Arquitectos, firma la obra, que se licitará a principios del 2026 como muy tarde
09 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El gobierno local de A Coruña licitará a principios del 2026, si no antes, la obra de restauración de la plaza de Azcárraga, «la joya de la corona», en palabras de uno de los arquitectos que ayer participaron en el COAG en un debate sobre espacio público en el marco de la Semana de la Arquitectura. El proyecto lleva la firma del estudio compostelano RVR, con Marcial Rodríguez al frente, cuya intervención en la playa y el espacio portuario de Porto do Son, en colaboración con Creus e Carrasco, se alzó el año pasado con el Premio Europeo de Espacio Público Urbano, en la categoría de Frentes Marítimos.
«Es casi un proyecto de no hacer nada y de dejar la plaza como es», afinó el concejal de Urbanismo, Rehabilitación e Vivenda, Francisco Díaz, suscitando un rumor de alivio entre el auditorio. Los trabajos consistirán en la consolidación de los muros que están cayendo, las piedras sueltas del pavimento y los alcorques que protegen los siete plátanos (de los ocho originales) plantados en el siglo XIX, según la traza del arquitecto municipal y autor del edificio del Ayuntamiento Pedro Mariño.
«Se ha actualizado para que Azcárraga siga existiendo otros 200 años más», auguró el concejal, que recordó que el 100 % de la obra se sufragará con fondos del Ministerio de Industria y Turismo, cofinanciados por la Unión Europea, que obligan a ejecutarla antes del 31 de diciembre del 2026. Se destinarán 528.000 euros a reparar «el desgaste de la mejor plaza de la ciudad», apuntó Felipe Peña, profesor honorario de la escuela de A Zapateira, quien se adelantó al concejal y conjeturó que el Ayuntamiento «tendrá en la cabeza» la conservación de Azcárraga y «con gran desesperación», dada su extraordinaria calidad constructiva —«la mejor de la ciudad», precisó— y el consiguiente coste de su puesta al día.
Francisco Díaz vinculó el impulso definitivo a la restauración de la plaza que acogió la primera sede del gobierno de la ciudad a la conferencia que pronunció el historiador Alfredo Vigo Trasancos en su ingreso en el Instituto José Cornide de Estudos Coruñesese en febrero del 2024. Se titulaba «Directo al corazón de la Ciudad Vieja de A Coruña: Sueños y realidad de la antigua plaza de la Harina, hoy llamada de Azcárraga (1700-1897)». Y sus palabras finales no pudieron ser más claras: «Hagan algo». A raíz de «aquel rapapolvo de Vigo», admitió el concejal, en Urbanismo decidieron actuar ya, aprovechando una convocatoria de ayudas del Gobierno central.
«Los árboles son parte de la arquitectura de esa plaza», subrayó Díaz. Yendo más allá, Tom Núñez, autor de una veintena de parques y jardines coruñeses, recomendó «no tocarlos», pero «exportarlos» por toda la ciudad. «¿Habéis tomado la temperatura debajo de esos plátanos? Hay que bajar la temperatura de las ciudades y la única manera es plantando árboles. Hemos perdido una oportunidad de oro con la obra de los Cantones. Ya no manda la estética ni el diseño, sino la necesidad de salvar nuestra forma de vida y el planeta», defendió.
Campo da Leña, monte del Vixía y una nueva Marina guardada en un cajón
Continúan los actos de la Semana de la Arquitectura con encuentros como el que ayer reunió en la sede del colegio a cuatro proyectistas, moderados por Jorge Rodríguez, para reflexionar sobre la construcción del espacio público a través de tres propuestas importantes para la ciudad. Una de ellas, ya construida, el nuevo Campo da Leña de Felipe Peña (2011); otra, aún sin licitar, el futuro parque del Vixía —cumbre de Monte Alto—, de Cristina García Fontán, y nunca ejecutada, la transformación de la Marina pensada por Juan Creus y Covadonga Carrasco en el 2017.