La entrada de los VTC ha dejado a la vista carencias notables en el sector del taxi, y ahí es donde creo que los profesionales deben hacer autocrítica
25 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Interesante el debate que ha abierto en la ciudad la llegada de los vehículos de transporte con conductor (VTC), con un crecimiento exponencial en Coruña. La irrupción de estas empresas ha tensado su relación con los taxistas, pero ha creado además un debate encendido entre los ciudadanos, críticos con el colectivo en muchos casos.
Creo que los taxistas tienen razón en lo primordial, en exigir que se cumpla la ley. Si esta dice que los vehículos VTC no pueden lucir publicidad de la empresa, pues no pueden hacerlo, y sí lo han hecho, porque lo hemos visto todos. Y si la ley dicta que no tienen derecho a realizar servicios dentro de un concello, pues tampoco pueden hacerlo, y los taxistas dicen tener pruebas fehacientes de los incumplimientos. Por tanto, irrumpir, sí, pero las leyes son para todos.
Pero la entrada de los VTC ha dejado a la vista carencias notables en el sector del taxi, y ahí es donde creo que los profesionales deben hacer autocrítica. La falta de taxis en Coruña es un clamor. Las deficiencias del servicio radiofónico para pedir uno, también. Alvedro, señores profesionales de Culleredo, es probablemente el único aeropuerto de España donde uno baja del avión y es posible que no encuentre transporte. Y en pleno siglo XXI, escuchar eso de «no le puedo cobrar con tarjeta, que no me funciona la terminal», pues en fin...
Sin entrar siquiera en el tema de los precios, con los VTC llegan la tecnología, la modernidad, el servicio a la carta y el vehículo 100 % eléctrico. Y llega la competencia, que va a obligar al sector del taxi a mejorar las muchas cosas que necesita mejorar para sostener este envite. Estoy convencido de que los taxistas lo van a conseguir. Lo necesitan. Y los coruñeses, también.