El desmán ibérico, un animal que lucha por sobrevivir en el río Mero

Carlos Portolés
Carlos Portolés A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El desmán ibérico, pequeño mamífero de hábitos semiacuáticos y propio de zonas de montaña, vive en O Coure
El desmán ibérico, pequeño mamífero de hábitos semiacuáticos y propio de zonas de montaña, vive en O Coure KARL VON GINDERDEUREN (DUTCH MAMMAL SOCIETY)

Investigadores de la UDC tratan de crear condiciones idóneas para la especie

17 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Una casualidad histórica acabó moldeando de forma algo tramposa nuestra memoria colectiva. Quizás le sea más familiar el desmán de los Pirineos que el desmán ibérico. Pero son lo mismo. Una suerte de topo de larga cola y nariz trompeteada que habita las inmediaciones de los ríos. De hecho, no es especialmente común en la cordillera de los Pirineos. Pero la suerte quiso que la especie fuera avistada por primera vez en esta región por los franceses. Y oriundo de los pirineos se quedó el animalillo para siempre.

No obstante, lo cierto es que este mamífero se siente mucho más en casa en el noroeste de España y algunas partes del norte de Portugal. Y especialmente bien abrigado se siente en Galicia, donde frecuenta entornos fluviales que le proveen de todo lo necesario para sobrevivir.

El problema es que el desmán ibérico está no amenazado sino muy amenazado. «En la máxima categoría de amenaza», apunta el biólogo y profesor de la UDC Alejandro Martínez-Abraín. Ante este escenario, las administraciones están tratando de esbozar diferentes planes para desterrar la sombra de la extinción. Por ejemplo, comenzar a criar desmanes en cautividad. Pero esta vía, se lamenta Martínez-Abraín, no solucionaría del todo el problema. «No es acertado porque esta especie no lo va a permitir. Es muy sensible».

Investigadores de campo de la UDC están llevando a cabo labores de mantenimiento en las inmediaciones del río Mero. El objetivo principal es monitorizar la forma de vida de los ejemplares del desmán que habitan el área y asegurarse de que las conciones siguen siendo idóneas para su subsistencia. «Nosotros los cuidamos sin tocarlos siquiera. Tenemos que cuidar de él en su propio medio, que es el noroeste ibérico. Lo que hay que hacer es que los arroyos estén siempre abastecidos, sin robos de agua y sin eucaliptos plantados en las riberas», señala.

El miedo que tienen algunos expertos es que, al sentirse el desmán tan a gusto en Galicia por sus condiciones naturales, se relaje en la comunidad la vigilancia. De hecho, a nivel autonómico, la especie no está aún considerada en grave peligro. Y esto puede traer consecuencias negativas, advierte Martínez-Abraín. «Ahora solo lo hay en la península y un poco en Francia y Andorra. Es único en su genero y solo existe aquí en todo el mundo. No somos conscientes de la importancia de esto. Como aquí está en mejor estado creemos que no toca hacer nada. Pero es al revés».

Los sucesivos reconocimientos han hecho llegar a la conclusión de que algunos tramos del Mero resultan idóneos para el esparcimiento y asentamiento del desmán ibérico. Pero es algo que se tiene que potenciar. Un pequeño empujón. «Estamos mapeando en el río y hemos detectado que tiene un buen estado de ocupación en los diez primeros kilómetros de cabecera. Llevamos cuatro o cinco años. Tenemos financiación de la cátedra Emalcsa y colaboramos con una consultora ambiental llamada Arcea, que es experta en esta especie. Lo fundamental es que no se sequen los cauces en verano y que haya pendiente elevada que genere rápidos, porque esto ayuda a que la especie llegue al fondo de los ríos y se puedan alimentar de invertebrados», abunda el experto.