El traslado de Repsol a Langosteira libera 90.000 metros cuadrados en los muelles de A Coruña

David garcía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Vista de la estación de mercancías de San Diego, en primer término, y del muelle petrolero con sus tanques, al fondo
Vista de la estación de mercancías de San Diego, en primer término, y del muelle petrolero con sus tanques, al fondo MARCOS MÍGUEZ

Permitirá destinar San Diego a parte de la pesca y a crear viviendas, comercios y espacios públicos

13 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El complejo proceso de transformación en el que se encuentra inmersa la ciudad recibió ayer un importante impulso con la presentación de la segunda y definitiva fase del traslado de Repsol al puerto exterior. Esta operación, que se concretará a finales del 2027, supondrá la liberación de los más de 90.000 metros cuadrados que la empresa energética ocupa actualmente en los muelles de San Diego y petrolero.

Esta superficie se traduce en más de un 11 % de los 800.000 metros cuadrados que está previsto transformar mediante Coruña Marítima a través del concurso internacional que atrajo a algunos estudios de arquitectura y consultoras de ingeniería de mayor nombre a nivel mundial, además de firmas locales que serán las encargadas de trasladarles la idiosincrasia y características de la urbe para r propuestas a la esencia coruñesa que se pretende mantener.

La salida total de Repsol del puerto interior se culminará a finales del 2027, que es hasta cuando tiene concesión en este lugar, aunque su actividad está cada vez más orientada a punta Langosteira tras el traslado desde marzo del 2023 del tráfico de crudo, que se unió a otros productos como el azufre o el coque, que abandonaron por completo la dársena interior en el 2017. 

Adiós a los depósitos

La demolición de tres grandes tanques que la compañía energética está llevando a cabo en los muelles interiores simboliza el tiempo de cambio de la zona, que se prepara para lo que serán años de proyectos, planos y obras, entre los que habrá que proceder a intensos procesos de descontaminación para eliminar cualquier tipo de vestigio industrial del pasado.

En enero se conocerán los cinco proyectos finalistas de Coruña Marítima y entre el verano y el otoño del 2026 la propuesta ganadora, en la que se definirá con mayor detalle qué se hará en cada parte de los muelles liberados.

Sin embargo, los candidatos tienen que aferrarse a una serie de acuerdos estratégicos entre los que figuran algunas de las claves principales que se indican para San Diego y el muelle petrolero. Una de ellas es que la zona más próxima a Oza se destinará a acoger a la pesca, que se mudará desde A Palloza y Linares Rivas a esta parte más interna. Para ello será necesario reservar una superficie también del muelle petrolero y no se descarta que se gane terreno al mar para dar cabida a un sector de especial relevancia para la economía e historia tanto del puerto como de la ciudad.

Repsol ocupa actualmente cerca de una cuarta parte de la superficie total de San Diego y el petrolero, que suman prácticamente la mitad de todos los metros cuadrados que se transformarán. Esto los convierte en una pieza central del puzle que supone Coruña Marítima y la previsión es que la actual actividad productiva deje paso a un nuevo barrio completo que compatibilizará diferentes usos.

El objetivo principal es que cuente con actividad y movimiento todo el día, de ahí que sean varias las propuestas que se van a llevar a cabo. Una de las más destacadas es que es la zona marcada para la construcción de vivienda, aspecto rechazado para otros muelles como Batería, Calvo Sotelo o los que ocupa la pesca actualmente, en los que predominarán los espacios públicos y algunas construcciones orientadas a otros usos.

El proyecto ganador y su posterior concreción para esta zona serán los que definan cuántos pisos se harán en estos terrenos, aunque las últimas estimaciones hablaban de alrededor de 3.500, una cifra inferior a los 5.700 que se recogían en base a los criterios de los convenios del 2004.

Esto supondrá una oportunidad para la ciudad, necesitada de suelo residencial para hacer frente a los problemas de vivienda, ya que permitirá la construcción tanto de pisos públicos o de protección como libres. Estas iniciativas estarán acompañadas de otras de diferente naturaleza para generar actividad constante, y una de ellas es la de fomentar la creación de un polo de economía verde y azul con la innovación como una de sus banderas. 

Del cercanías al multiusos

La relevancia de San Diego va mucho más allá, ya que perderá su estación de mercancías, pero puede ser trascendental en transporte porque apunta a ser el corredor que utilicen algunos medios, como el tren de cercanías que los candidatos al concurso deben analizar, tanto a nivel técnico como de demanda.

En los cerca de 400.000 metros cuadrados que suman los muelles de San Diego, que equivalen a la plaza de María Pita 40 veces, está previsto que sus diferentes usos generen un nuevo barrio dinámico que cuente con actividad desde la mañana a la noche y también los fines de semana.

Así, esta es la zona en la que está prevista la construcción de un recinto multiusos de gran capacidad que pueda acoger eventos culturales, deportivos y de otra índole de alcance internacional con los que se refuerce la posición de A Coruña como referente de este tipo de iniciativas en el noroeste peninsular.

El Boletín Oficial del Estado anunció ayer los acuerdos por los que se otorgan una concesión a Hostelería Punta Langosteira para construir y explotar una cafetería-restaurante en el puerto exterior y otra a Regenera Ops Dos para crear y gestionar la infraestructura con la que se suministrará electricidad a los cruceros en el puerto interior.