La Teresiña, mobiliario y complementos en un escenario para sentirse como en casa

Patricia García Lema
Patricia García A CORUNA

A LA ÚLTIMA

Alba Díaz estrena tienda en Marqués de Pontejos, en un local de 270 metros cuadrados con paredes de piedra, en el que mantiene la filosofía de su abuela Teresa: que todo el mundo se sienta a gusto al entrar y encuentre su sitio.

22 oct 2020 . Actualizado a las 19:17 h.

Alba Díaz lleva un año intenso. Esta organizadora de bodas, alma máter de Frida Kiwi, se convirtió en la novia más famosa del país en marzo cuando decidió casarse por la ventana, al coincidir su boda en el inicio del estado de alarma. Siempre positiva y decidida a recordar este 2020 por cosas bonitas, pensó que era el momento de que su otro proyecto, La Teresiña, se hiciese mayor. Y, así, la tienda que abrió hace justo dos años en la Falperra como un lugar de venta y alquiler de mobiliario vintage, crece y se traslada al número 8 de la calle Marqués de Pontejos. La nueva Teresiña toma el testigo de este histórico bajo, en el que durante 57 años hubo, curiosamente, otra tienda de muebles. El espacio que creó Alba Díaz al lado del mercado de San Agustín tiene una misión: seguir con la filosofía de su abuela Teresa, que da nombre a la tienda, y que tiene como objetivo principal que todo el que entre por la puerta encuentre su sitio. «Cuando la gente iba a casa de mi abuela Teresa siempre se sentía muy cómoda, como si estuviese en su casa, y eso es lo que quiero que sientan aquí».

En el local, de techos altos y un fondo casi infinito, llaman la atención las paredes de piedra: «Cuenta la historia de este bajo. Esta es una calle que me gusta mucho porque es muy familiar». En la nueva Teresiña sigue habiendo muebles vintage, una de las debilidades de Alba, junto con otros nuevos: «Hemos introducido más firmas». También hay más objetos de decoración, mucha cerámica y plantas. Cada pieza es única: «Llegó sola, de forma individual y cuenta su propia historia, pero con el resto forma un conjunto». ¿La pieza preferida de Alba? «Es difícil elegir, pero me quedo con este expositor de los años 50 en el que se mostraban los anillos de matrimonio». También señala una butaca ercol que acaba de llegar. «Hay mucho mueble de los años 60».

Alba cuenta que durante el confinamiento recibió muchos mensajes preguntando por los muebles. «Fue una locura, teníamos citas a todas horas». Recuerda un día que recibieron un pedido a las 8.20 de la mañana y que no le dio tiempo ni a desembalar: «Se lo llevaron al momento». «La gente valora más sus casas. Durante el confinamiento tuvo tiempo a ver carencias que con el ritmo loco de trabajo de antes era imposible detectar», explica. Así que renovar el hogar se convirtió en una prioridad. Entre las necesidades de la gente, Alba cree que ahora buscan más muebles que tengan varias funciones y que se puedan mover fácilmente.

Además de la venta, también siguen alquilando el mobiliario. Y otra de las novedades de la Teresiña es que se reforzarán los cursos. Se mantienen los fijos como, los de escritura y bordado, y habrá más novedades. «Estamos abiertos a propuestas. Por ejemplo, el otro día nos plantearon hacer uno de acuarela».