Pencil & Fork, talleres alrededor de una cocina en A Coruña

Patricia García Lema
Patricia García A CORUÑA

A LA ÚLTIMA

David Sánchez es el creador de este espacio, que puso en marcha en Londres, y que ahora reproduce en Alfredo Vicenti. Su objetivo es que se pueda aprender cualquier cosa, desde un idioma hasta una clase de ciencia o un taller de pintura, mientras se cocina

16 oct 2021 . Actualizado a las 23:14 h.

El espacio tiene parte su toque londinense, con una pared con papel con motivos vegetales que invita a tomar un té. Pero aquí, sobre todo, a lo que se viene es a aprender alrededor de una cocina. «Me di cuenta de que cuando hay comida la gente no falla nunca a una clase», comenta David Sánchez, el creador de Pencil & Fork, un espacio cultural multiusos, en el que el eje central es la cocina alrededor de la que se impartirán cursos de todo, de clases para aprender idiomas a talleres de artes plásticas o ciencia.

El local, ubicado en el número 29 de la calle Alfredo Vicenti, tiene varios espacios. La entrada mantiene parte de la esencia del anterior negocio, una cafetería en la que poder tomar un café o una merienda con un rico dulce casero. En el medio hay una gran mesa de madera con sillas. Y al fondo espera la joya de la corona: una preciosa cocina con una gran isla alrededor de la que sentarse y aprender. «Se trata de enseñar a través de la comida. La cocina está representada en cualquier cosa. De ahí el nombre del espacio, lápiz y tenedor».

CESAR QUIAN

David puso en marcha esta idea en 2013 en Londres, dónde residía hasta que en julio se mudó con su familia a A Coruña. «Soy de Ávila y es precioso, pero mi mujer es de aquí y era difícil competir con Galicia». En Londres creó Cooking your spanish, para aprender español haciendo tapas. «Fue medio en broma. Probé con un programa piloto y funcionó muy bien. Aprender un idioma con un vinito ayudó mucho a la fluidez del idioma y a la asistencia a las clases. ¡Nadie faltaba! Se convirtió en un negocio y empecé a desarrollar otros idiomas como el francés o el italiano». Para David, no hay nada como «el ambiente cálido que ofrece la cocina para aprender».

Esta semana estrenó un curso de italiano de seis sesiones (una por semana), para aprender el idioma mientras se prepara una cena de comida italiana. «El instructor es el que lleva la parte de la clase y de la cocina. Todos participan, uno corta la berenjena, otro prepara la salsita y después se lo comen». El curso ya está completo. En su programación también hay ya uno de arte y vino, en el que se trabajará una técnica japonesa. «Puedes hacerte tu cuadrito y llevártelo a casa. Todo acompañado de tapeo y vino».

El plan es ir ampliando los cursos y que más gente interesada pueda usar este espacio para dar sus propios talleres. «La idea es que esté vivo y que se pueda, por ejemplo, hacer una presentación de productos gallegos». Habrá también cursos de cocina y David está pensando en impartir uno que ya realizó en Londres sobre cocina molecular. «Mi formación es en química y di muchos cursos de cocina molecular. Es un taller que tiene mucho interés y en el que puedes aprender a hacer esferas, espumas…». Además, el local también se puede alquilar para una cena o reunión de amigos. La isla de la cocina se amplía y las personas pueden contratar a un cocinero o cocinar ellos mismos.