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Ana Díaz acaba de mudarse a esta calle llena de pequeños negocios con mucha personalidad, con un espacio en el que homenajea a los viejos tocadores de las abuelas
25 mar 2022 . Actualizado a las 21:21 h.«Dicen que las mujeres solo somos fieles a dos personas: a nuestra peluquera y a nuestro ginecólogo. Y yo doy fe de que es así: llevo 9 años siendo fiel a Ana, es mi relación más larga». Chela Santalla habla así de bien de su peluquera, Ana Díaz, mientras esta le corta el pelo concentrada y feliz de escuchar el piropo de su clienta. Chela no es la única que habla de Ana con adoración: esta peluquera lleva 9 años conquistando melenas en El tocador de Ana. Estos días está de estreno: a principios de mes se mudó al número 14 de la calle del Orzán, muy cerquita del museo de Bellas Artes, a un local con una decoración muy zen, y en el que se centra en seguir mimando a sus clientes y en ofrecer tratamientos para «para el cuidado del cabello».
La mudanza llegó porque el edificio en el que estaba su otra peluquería, en la plaza del edificio de Labase, tenía que ser rehabilitado. «Cuándo vi que me tenía que mudar empezamos a buscar local y vi este en el Orzán y dije: para adelante». En el barrio los vecinos la recibieron con los brazos abiertos. Ana comparte zona con otros negocios singulares como la tienda de surf Mar de Fora, la de productos gourmet La Canalla o la de decoración Montegrapa. «Estamos muy contentos con el barrio. Es una zona que conocíamos de pasar por aquí, pero ahora la estamos redescubriendo de otra forma».
El Tocador de Ana es un homenaje a los antiguos tocadores «en los que se arreglaban nuestras madres o nuestras abuelas». «Me pareció entrañable ese homenaje y que tenía un punto vintage», cuenta Ana. Ahora su nueva peluquería también ofrece un lugar orientado al bienestar. En la entrada hay una mezcla de muebles de madera y en colores crema que transmiten paz. Y al fondo espera una gran cortina negra que le da a la peluquería un aire muy cinematográfico. Pero, además de la decoración, la esencia del tocador es Ana: «Tengo una clientela muy fiel que en estos nueve años han estado conmigo y eso es lo más importante».