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Con sede también en Bastiagueiro, Cristina Castillo trae un trocito de su pasión por el surf a A Coruña. A un paso de la playa, aquí te enseñan a surfear sobre las olas del Orzán
29 jul 2023 . Actualizado a las 19:48 h.«Cuando estábamos arreglando el bajo y pintando para poder abrir se acercaron algunos de los vecinos de la zona a preguntar qué estábamos haciendo. Tenían miedo de que fuese un after, pero cuando vieron que iba a ser una escuela de surf se llevaron una alegría», cuenta Cristina Castillo, la creadora de Son do Mar. Esta escuela de surf nació en la playa de Bastiagueiro, donde sigue su sede principal, y este verano se animó a abrir una segunda delegación en A Coruña. Situada en el número 5 de la calle Pasadizo del Orzán, Cristina está a un paso de las olas del Orzán: «Es una gozada poder ir descalzo hasta el mar». La escuela es un pasito para dar otro nuevo uso a unos bajos que durante muchos años fueron el epicentro de la movida nocturna en la ciudad.
Aquí trae los mismos valores con los que empezó en Bastiagueiro: enseñar a surfear, pero, sobre todo, enseñar a convivir en el mar, a disfrutar con seguridad y a respetar el entorno. «No se trata solo de dar una clase y ya está. Incido mucho en la seguridad, es algo fundamental». En la escuela del Orzán dan clases de surf y también alquilan material para aquellas personas que están de paso en la ciudad y les apetece subirse a las olas del Orzán. Cuenta que las olas en Bastiagueiro y en el Orzán son distintas, y que en A Coruña hay que estar muy pendiente de la marea antes de meterte dentro del mar. «En el Orzán necesitamos poner la clase muy cerquita de la marea baja. Eso hace que tengamos clases una semana por la mañana y otras por la tarde. Pero es un lujazo tener esta playa en la ciudad y poder disfrutar de unas olitas muy tranquilas en verano».
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En su escuela uno puede disfrutar de un intensivo de una semana o de una clase suelta de un día para sentir la sensación de conectar con el mar. «Es una forma de vivir esa experiencia». Cree que el bum del surf se ha estabilizado y nota que «hay un poquito más de nivel de cultura del surf». «Ahora hay un poco más de conciencia, lo tenemos un poco más integrado en nuestra cultura». Cristina, que se mueve entre la escuela de Bastiagueiro y el surf, disfruta trasladando su pasión a todas las personas que quieren conocer un poco más de este deporte que te conecta directamente con la naturaleza. «Me hace feliz ver cómo se van consiguiendo pequeños logros».