La Carbonera 104, la tienda multidisciplinar que recupera un local con mucha historia en San Andrés

Patricia García Lema
Patricia García A CORUÑA

A LA ÚLTIMA

Emma Carbón está detrás de este espacio temporal que diseñó como si fuese el salón de su casa. Hay sitio para la ropa de segunda mano, los muebles vintage y objetos nuevos hechos por artesanos locales

04 ene 2025 . Actualizado a las 11:10 h.

Es imposible pasar por San Andrés y no fijarse en el precioso escaparate del número 104. Justo al lado del café Macondo, este bajo fue durante años la casa de Maow, la tienda de las cosas bonitas de Lydia González. Por allí también pasó durante un tiempo La Palmirita antes de mudarse a Rosalía de Castro. El local estuvo cerrado solo unas semanas, el tiempo que le llevó a Emma Carbón ponerlo bonita para abrir de nuevo al público bajo el nombre de La Carbonera 104, una tienda efímera «y multidisciplinar con cosas de segunda mano y de primera mano». «Es un poco la tienda que a mí me gustaría encontrar», cuenta Emma.

La nueva inquilina de este bajo histórico llevaba tiempo pasando por delante de su precioso escaparate y soñando con algo así. «Realmente me enamoré de la tienda cuando Lydia tenía Maow. Somos amigas y me encantaba el concepto de su espacio. Además, me enteré de que este local es mágico y que siempre ha estado gestionado por mujeres», explica Emma. Con parte del stock que todavía tenía Lydia y algunas otras cosas que también guardaba Emma, esta emprendedora decidió abrir las puertas de La Carbonera justo a tiempo para Navidad. ¿Qué venden?: «Esa pregunta nos la hacían mucho los primeros días. Este es un espacio en el que hay cosas de segunda mano, de primera mano y, sobre todo, cosas que sabemos de dónde vienen y que cada una tiene su historia». Emma asegura que hay «un poco de todo», como menaje vintage, «que tiene más de 30 y 40 años», y también ropa de segunda mano. «Además hay láminas, ilustraciones, porcelana o prendas textiles tintadas vegetalmente que son todas de primera mano y hechas a mano por artistas locales».

Hay piezas de cerámica de Susana Anta, telas pintadas con tintes botánicos de Bo Peixe, ilustraciones de Clara Cerviño o piezas del ilustrador Alejandro Mosquera. Emma está feliz con la nueva reforma de la calle San Andrés y con haberse quitado la espinita de tener su propio negocio. Firmó un alquiler por dos meses ampliables a otros dos para ir viendo cómo va la tienda. «Después cerraré porque van a rehabilitar el edificio. Pero ya estoy pensando en volver con otra versión de La Carbonera muy pronto».