Una joven de Abegondo consigue plaza en tres oposiciones diferentes

Toni Silva ABEGONDO / LA VOZ

ABEGONDO

Laura Botana tiene 28 años.
Laura Botana tiene 28 años. MARCOS MÍGUEZ

Laura Botana aprobó a la primera dos convocatorias de la Xunta y otra del Estado

08 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Tener una vocación facilita el trayecto al mercado laboral. Muchos estudiantes flirtean con varias posibilidades cuando aún desconocen realmente qué quieren hacer tras dejar los libros. Pierden energías y tiempo. Pero una vocación clara ayuda a derribar obstáculos, a marcar la hoja de ruta para conseguir el objetivo. Que se lo digan a Laura. Esta joven de Abegondo siempre aspiró a trabajar en la Administración pública, servir y ayudar al ciudadano en sus trámites. A estas alturas aún desconoce dónde estará su silla definitiva, pero sabe que hay una para ella. Porque ha aprobado, con plaza, las tres oposiciones a las que se ha presentado.

«No me veía trabajando en empresas privadas, me gusta más la Administración, me parece más cercana a las personas, aunque también hay empresas de ese perfil», señala Laura Botana Fragoso, de 28 años y actual interina en el Ayuntamiento de A Coruña, concretamente en el departamento de Seguridad Ciudadana. Pero ya avanzamos aquí que no se quedará mucho tiempo. En cuanto la Xunta publique las plazas de técnicos administrativos de nivel A1, Laura se incorporará a algún edificio de gestión administrativa. «Casi seguro en Santiago, ojalá en A Coruña», señala. Tiene el puesto 37 de las 70 plazas de esta categoría. También aprobó las oposiciones de A2 (el 54 de 90).

Tuvo que esperar tres años a los exámenes desde que empezó a estudiar las oposiciones con el apoyo de un equipo de preparadores de A Coruña tras acabar seis años de carreras, en plural: Derecho y ADE. Se tomó unas vacaciones en el 2020 pero sin salir de Abegondo por la pandemia. Recuerda que los trabajos de fin de carrera los tuvo que defender de forma online desde casa. Ese año preparó en el sótano su lugar de estudios, donde se marcó un horario espartano: de lunes a sábado desde las nueve de la mañana hasta las siete de la tarde, con una pausa para comer. «Pero comer, sin más, sin siesta ni descanso», recalca Laura. Allí desarrolló sus métodos de estudio, mucha lectura, subrayado con variedad de colores y disciplina. No hubo titubeos ante una vocación tan férrea. A los dos años de empezar se hicieron públicas las convocatorias, pero los exámenes aún tardarían un año más. Se desplazó dos veces a Silleda un mismo fin de semana de julio del 2023 para responder al cuestionario de las dos categorías ya mencionadas. En las siguientes pruebas consiguió ambas plazas.

Con todo su bagaje aprendido en el sótano de su casa probó fortuna en unas oposiciones del Estado en septiembre del año pasado. «Tuve la suerte de que me cayó uno de los contenidos coincidentes del temario», reconoce. Y en abril le comunicaron que aprobó con plaza. Tres de tres.

Entonces, ¿por qué trabaja en el Ayuntamiento de A Coruña? «Porque también me presenté a la plaza de A1 del Concello, pasé el primer examen pero no el segundo, por eso estoy de interina y cuando convoquen aquí la plazas me tendrá que marchar», señala Laura. Pero la frase no suena a contratiempo. Tiene tres balas en la recámara y sabe que su futuro laboral está resuelto después de miles de horas de estudio. «En mi entorno están muy orgullosos, yo me veo haciendo algo que puede ayudar a la sociedad, ese es mi objetivo».