Una familia arteixá pide más ayuda para su hija dependiente

Elena Silveira
Elena Silveira ARTEIXO / LA VOZ

ARTEIXO

MARCOS MÍGUEZ

Denuncia que solo tienen apoyo dos horas diarias para vestir y pasear a la joven

07 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Patricia Regueira tiene una discapacidad del 82 % y una dependencia de segundo grado. Nació sana, pero una «negligencia médica», según denuncia su madre Socorro Iglesias, le provocó secuelas de las que jamás podrá recuperarse. De hecho, ya desde muy pequeña se le detectó una parálisis cerebral y una discapacidad psíquica que le impide desarrollar una vida normal. «Ten 35 anos, pero en realidade é como unha nena de 10», explica su madre.

Socorro relata que, dentro de lo que cabe, Patricia tiene cierta independencia porque camina, se comunica y es capaz de realizar ella sola algunas tareas del aseo personal. «Pero é dependente para todo o demais. Non podemos deixala soa. É unha nena pequena», se lamenta. Y a pesar de ello, Socorro asegura que no se benefician de las ventajas que les debería proporcionar la Lei de Dependencia. «Non queremos que aos demais lles quiten a axuda, senón igualdade», reclaman los padres de Patricia.

El caso es que, desde hace un mes, una asistente social del Concello de Arteixo les ayuda dos horas diarias, de lunes a viernes. «Duchamos a Patricia, vestímola e despois marchan para dar un paseo. E dende que ten esta rutina, está moito mellor. Camiña mellor». Socorro explica que Patricia estuvo en varios centros y que la última vez tuvieron que pedir la baja voluntaria «porque estábase convertendo nun vexetal». Incluso perdió visión de un ojo. «Ela non quere volver. E nós, despois do que vimos, no queremos que volva. Entonces, ¿onde a metemos? En Arteixo faría falta algún centro para que este tipo de persoas estean coidadas, fagan actividades... O que pedimos é unha atención de calidade para os nosos fillos, e non que os metan nun centro para deixalos esmorecer», explican los padres de Patricia.

Creen que la Lei de Dependencia no es igual para todos y que, en algunos casos, «é unha estafa» para los usuarios, ya que solo benefician a los centros que son los que, al final, cobran las subvenciones. Desde la Consellería de Traballo e Benestar confirman que la familia renunció al servicio de atención diurna en el 2009. Que lo volvió a solicitar a finales del 2014 y que tiene concedido el servicio de ayuda a domicilio que gestiona la Xunta a través del Concello. «Lo reciben desde mayo», indican. «Si, recibimos ese servizo. Pero... ¿é o que nos corresponde pola miña filla? ¿Dúas horas diarias de axuda? A outra xente lles van mañá, mediodía, tarde e noite. Eu teño que estar pendente dela todo o día. ¿É suficiente a axuda que recibo? ¿É suficiente?». Socorro reclama más atención porque la que tiene «non é suficiente».