
Dirige una granja escuela en Bergondo a la que acuden cientos de escolares de A Coruña. La Madriguera de Pichi acaba de ser premiada por la Reserva de Biosfera
21 abr 2025 . Actualizado a las 18:56 h.Apenas ha cumplido un año y medio de vida y ya cuenta con dos reconocimientos oficiales. La Madriguera de Pichi, un aula de naturaleza y granja escuela de Bergondo acaba de recibir la certificación de calidad por parte de la Reserva de Biosfera Mariñas Coruñesas y de la Diputación de A Coruña. Ana Prieto (A Coruña, 1993) está al frente de este recinto tan peculiar.
—¿Qué supone este reconocimiento?
—Para nosotros supone el reconocimiento de muchos meses de trabajo. También es adaptarnos a todo lo que busca tanto el Ministerio de Turismo como los valores de la Reserva de Biosfera, que compartimos plenamente. Fue un esfuerzo a nivel económico y personal conseguir esa triple certificación. Además nos sirve para reconocer que nuestro trabajo está apoyado por esas entidades y animará a más colegios a visitarnos.
—¿De dónde son los colegios que visitan la madriguera?
—Son centros de A Coruña ciudad, la mayoría concertados. Este año se han sumado algunos que nos faltaban, también estamos en negociaciones con colegios privados y también se incorpora uno público. A estos les cuesta un poquito más, pero una vez que vienen se animan a repetir.
—¿Muy sorprendida por las preguntas de los niños?
—Me sorprenden muchas. Hay mucho déficit de naturaleza, algo que acuñó un periodista estadounidense. Son ciertos perfiles de niños que no están en contacto normal con la naturaleza, es decir, al menos 15 minutos al día, y en ellos se ven más casos de depresión o un pequeño retraso a nivel neuromadurativo. Estos días vinieron niños de 4 o 5 años que decían que las cabras eran ovejas, el año pasado confundían una oveja blanca y negra con una vaca... Entran con miedo a tocar a los animales, un temor que queremos romper aquí. Por eso intentamos que vengan varias veces al año, que salgan, que descubran el medio rural, que sepan que tienen una naturaleza inmensa.
—¿Cuál es la especie que sorprende más a los niños?
—Nuestra cabra Cuernitos es un sol. Es como un perrito, se te acerca, se deja tocar. Y además se sube a las ventanas, ya de por sí sorprende. Ahora mismo es el animal estrella.
—Es especialista en huella de carbono. ¿Vamos hacia adelante en este mundo patas arriba?
—Sí, de hecho el Estado ha sacado una modificación en la que pide que todos los organismos públicos deben calcular su huella de carbono. Yo estoy trabajando con una consultora de la ciudad sobre agroalimentación y medio ambiente y sí notamos que las grandes compañías quieren saber este tipo de información.
—Y la Madriguera de Pichi puede ser el punto de partida para las nuevas generaciones.
—Es lo que perseguimos, que vean que se puede ser un empresario y respetar el medio ambiente. Nosotros conseguimos que nuestra electricidad venga de energías verdes. Somos pequeños, pero estos gestos son muy importantes. Como recoger agua de la lluvia para regar el invernadero. Si los niños absorben estos conocimientos...
—También sigue celebrando cumpleaños en Lubre.
—Sí, no son muchos, pero es una experiencia totalmente diferente. Siempre recibo alguna llamada de un padre diciendo que se han quedado encantados. Los que quieran celebrar su cumpleaños, aquí estamos.
—Acabamos con una duda por resolver. ¿Quién es Pichi?
—Pichi fue mi primer conejito. Pero además, en mi familia, a los pequeñajos siempre aludimos con este término. Para mí era un juego de palabras para tener presente a mi familia en este proyecto.