María Faraldo: «Se me fueron las ganas de volver a la política. La veo como algo lejano»

María Faraldo (Betanzos, 1959) fue alcaldesa entre el 2007 y el 2011. El año pasado fue absuelta por un caso de prevaricación tras estar apartada de la política desde el 2014, cuando dejó su escaño en el Parlamento mientras no se resolvía el asunto judicial. Ahora dice que no volverá a la política activa.

-¿Puede hacer alguna lectura positiva de aquella imputación?

-Lo bueno que me trajo es comprobar que hay vida fuera de la política. Es una frase hecha que te dicen tus padres cuando eres joven y que efectivamente confirmas cuando eres mayor. Ahora tengo más horas libres para descocar a mi familia, mis amigos y mis aficiones. Me retire de la política antes de tiempo, con 55 años, pero eso me llevó a poder disfrutar de otros aspectos de mi vida que con la política, y más ostentando una alcaldía, quedaron relegados.

-¿Y qué es lo peor que le aportó?

-Comprobar la miseria humana en primera persona. No quiero ser políticamente correcta, porque nunca lo fui, y prefiero llamar a las cosas por su nombre. Vi cómo el exalcalde Ramón García (PSOE) se compinchaba con el secretario para meterme en este fregado. Pero el tiempo pone las cosas en su sitio y él no aumentó un solo voto en las últimas elecciones. Solo subió un concejal porque los perdió el PP. Y cuando no tienes capacidad para enfrentarte a tu rival lo que haces es política de barrizal. En cuanto al PP, comprobé cómo compañeros a los que había ayudado aprovechaban un momento delicado de mi vida para traicionarme y ponerme a caer de un burro. También en el BNG se aprovecharon de la situación. Hubo actitudes miserablemente en todos los partidos.

-Cuando el tribunal falló su absolución no cerraba la puerta a volver a la política. ¿Sigue teniendo ese gusanillo?

-Sigo teniendo el interés: leo las noticias sobre política local, autonómica y nacional, opino de ella con mis conocidos e, incluso, me atrevo a dar algún consejo. Pero no, no tengo ganas de volver. Me interesa la política como observadora. Fui perdiendo las ganas y ahora veo la política tan distante, tan lejana...

-Se rumorea en Betanzos que podría fichar por Ciudadanos.

-¡Qué va! Tuve ofertas para volver, es cierto; pero no. Mi partido es el PP y me moriré siendo del PP. ¿Siendo crítica? Sí, pero eso no significa que me vaya a dar de baja. Y eso que algunos hicieron méritos para que me fuera. Entre las cosas buenas está el magnífico comportamiento que tuvo el presidente del partido conmigo. 

-¿Qué piensa cuando lee las noticias de políticos imputados?

-Bueno, no todas las imputaciones son iguales. Yo creo que lo primero es empezar por respetar la presunción de inocencia y valorar el tipo de imputación que tiene un político. Hay que pensar que muchas personas entran en la gestión política desde otros ámbitos, como yo, que soy médico. Y en el día a día te puedes equivocar sin intención de cometer ilegalidades. Y veo muchos casos de políticos que también salen absueltos después de haber pasado esa persona y su familia un auténtico via crucis durante años. Al final eso hace que gente capaz no quiera meterse en política y esté llena de infiltrados arribistas.

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