Begoña Alonso, esteticista: «Tengo clientas desde hace veinte años y eso me enorgullece»

Tamara Rivas Núñez
T. Rivas CAMBRE

CAMBRE

MARCOS MÍGUEZ

Busca siempre un diagnóstico previo para que los tratamientos que ofrece en el centro de estética Marben Alonso de O Temple sean duraderos

16 ene 2025 . Actualizado a las 11:36 h.

La vida laboral de Begoña Alonso (Vilagarcía de Arousa, 1968) se ha centrado en el cuidado y el bienestar de las personas. Las últimas dos décadas lo ha hecho desde su centro de estética, Marben Alonso, primero en O Burgo y después en O Temple, donde acaba de cambiar de ubicación a unas instalaciones más amplias, desde donde seguirá atendiendo a sus clientas con el mismo mimo y dedicación.

—Estrena nuevo local.

—Me tuve que ir del anterior un poco por sorpresa, pero estoy encantada porque esté es más grande y está más nuevo. Ahora tengo tres cabinas. Una para tratamientos faciales, otra para corporales y la tercera, de relax, aunque también servirá para ampliar la oferta de servicios. La ubicación es perfecta. Ya ha entrado clientela nueva y eso es buena señal.

—¿Qué distingue a Marben Alonso?

—Todos los tratamientos son personalizados, es trabajo de autor. Nunca hago dos iguales y siempre se hacen con un diagnóstico previo para adaptar el servicio a las necesidades de los clientes.

—El trato cercano es parte de su sello de identidad.

—No tengo un número enorme de clientela, pero la mayoría son de toda la vida. Conozco a todas por su nombre. Tengo clientas desde hace veinte años y eso me enorgullece.

—Cuenta con una carta de servicios muy amplia.

—La gran mayoría son tratamientos de estética avanzada. Estoy especializada en el cuidado personal: manchas, regeneración, reafirmación, celulitis, maderoterapia… Desde hace muchos años somos un centro especializado en el láser. Tenemos aparatología y tecnología de calidad. Puedes hacerte desde radiofrecuencia a dermosucciones pasando por ultrasonidos, electroestimulación, láser, depilación eléctrica, peelings… Además, todos nuestros tratamientos terminan con masaje. Aquí vienes a cuidarte por fuera, pero también por dentro. Es nuestro valor añadido.

—¿Qué es lo que la gente pide más ahora que acabamos de empezar un año nuevo que suele llenarse de propósitos?

—Sobre todo tratamientos detox. Hay que hacer frente a los excesos de Navidad, pero no solo se trata de perder kilos, también vienen muchas clientas a reiniciar su piel porque han visto que se ha resentido, que tiene impurezas. Y eso puede ser efecto también de esos excesos a nivel alimentario.

—Habla con pasión de su profesión.

—Llevo como autónoma 29 años y soy una afortunada porque me encanta. Cuando veo resultados, llego emocionada a casa. Fue algo vocacional y lo sigue siendo. Me gusta formarme constantemente para poder ofrecer mejores tratamientos y servicios.

—¿Ha cambiado mucho el sector en este tiempo?

—Por suerte, ha mejorado muchísimo. Ahora es trabajo de autor. Y en cuanto a aparatología ya te puedes imaginar todo lo que ha evolucionado. Pero ojo, porque los aparatos ayudan, pero no lo son todo. Puedes tener una máquina que es un Ferrari y no saber utilizarla y, sin embargo, a un Ford, que es más modesto, le puedes sacar todo el rendimiento que ofrece.

—El tiempo pasa, pero ¿las preocupaciones son las mismas?

—Nada que ver. Antes la gente no se cuidaba como lo hace hoy. Ahora buscan tratamientos personalizados y servicios y productos de calidad. Incluso son las madres las que traen a sus hijas para que empiecen a cuidarse la piel y sepan cómo hacerlo.

—Y cada vez hay más hombres que buscan estos servicios.

—Sí, aunque obviamente, el porcentaje de mujeres es mayor. Me gusta mucho el cliente masculino porque son más obedientes, suelen cumplir mejor con las recomendaciones que les doy. Siempre digo que es un trabajo en equipo que empieza aquí, pero tiene que continuar en casa. Cuando empecé en esta profesión, los hombres casi venían a escondidas, con vergüenza. Y hoy para nada es así.