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Tras diez meses del dragado, lo que queda ahora es acondicionar los paseos marítimos que presentan múltiples deficiencias
23 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Asumiendo que la zancada media son unos 70 centímetros, los 6,5 kilómetros que hay que recorrer para circunvalar por la alternativa más corta la ría de O Burgo desde A Pasaxe hasta la Casa das Palmeiras pasando por Oleiros, Cambre y Culleredo, casi permitirían cubrir los 10.000 pasos que aconsejan andar al día.
La conclusión de la obra del dragado el 26 de abril, ejecutada por Transición Ecológica con una inversión de 37,5 millones, ha permitido realizar este paseo por espacios abiertos. Más allá de la regeneración del estuario, el abrir el último tramo que quedaba sin acceso público en la parte de Oleiros fue un gran logro. Su apertura, celebrada por cientos de paseantes diariamente, también ha servido para comprobar las grandes diferencias que existen en cuanto a estética y grado de conservación en los distintos tramos de los paseos, cuya homogeneidad se cubre, para mal, en ser atacadas por los grafiteros.
Haciendo el recorrido desde Perillo se observan, además de las pintadas en paredes y mobiliario, algunos desperfectos en el firme a la altura de la urbanización Agramar, justo antes del paso por una zona verde que cuestiona el Concello. La conexión con el nuevo tramo ejecutado durante el dragado es cuestionable, una pequeña cuesta llena de gravilla. La salida también tiene grava cuando conecta con el parque de O Seixo. En este punto existe una alternativa no pegada a la costa con senderos cuidados para seguir avanzando, pero los paseantes y ciclistas han creado por el medio del césped un camino del deseo con tramos de barro. La conexión con Cambre también presenta elementos que lo afean, desde un muro de bloques con elementos caídos o una verja medio retirada que en otro momento debió de hacer de frontera municipal. El tramo de Cambre es más homogéneo. Negativamente resalta la zona de O Paraugas, donde la valla de separación con la carretera ha sido parcialmente derribada y el firme presenta grietas.
En la zona de Culleredo, el firme hasta la nueva zona verde es también deficiente. En varios puntos aparece hundido junto a la barandilla que separa de la ría. Faltan baldosas, hay zonas acotadas y es posible ver una variedad de mobiliario que bien podría ser de un muestrario. La nueva calle abierta tras las obras y los tramos recientes ponen aún más de manifiesto el deterioro que ha sufrido esta infraestructura con el paso de los años. Pasada la laguna, esto es más acusado, con bancos oxidados o un lavadero tomado por la vegetación, el verdín y las pintadas. También deslucen los antiguos baños, una caseta de madera, que se mantiene en pie, pero presenta una imagen muy deteriorada. Avanzando hacia A Pasaxe, gran número de farolas han perdido las piedras ornamentales de sus bases. También ha perdido algunos elementos el tramo de conexión con el agua de un antiguo muelle.
En la costa más próxima a A Pasaxe es el único punto donde, en marea baja, es posible ver basura, desde botellas de plástico a espuma. Desde los dos extremos del puente falta una conexión cuidada con esos 6,5 kilómetros de senda circular.
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Los concellos ribereños
Cuatro sensibilidades municipales distintas
En la ría confluyen cuatro municipios que han apostado de manera distinta por esas fachadas.
A Coruña. Está pendiente de resolver el enlace peatonal y ciclista con Culleredo. Es una promesa que se ha ido retrasando. Ahora, desde María Pita, aseguran que con la demolición de la conservera Celta ese objetivo está más cerca. También hay un plan para remodelar As Xubias. Sin embargo, evitan poner fecha para cuándo será realidad poder conectar con un paso adecuado con los vecinos del estuario.
Oleiros. El Concello se ha mostrado muy beligerante con el acabado, pese a haber ganado un tramo de paseo nuevo y 19.795 metros cuadrados de zona verde. Por ello que se ha negado a recepcionarlo ya que entiende que no se han cumplido los compromisos de crear todo un paseo marítimo convencional desde Beiramar, donde se accede por el sendero de un parque, hasta el límite con Cambre. Para el consistorio faltan dos tramos por conectar y así lo ha reclamado en múltiples ocasiones, llegando a cerrar con vallas los extremos del nuevo tramo construido alegando que son accesibles y suponen un peligro. Desde ministerio se comprometieron a visitar la zona.
Culleredo. El municipio tienen una de sus caras más amables en el paseo marítimo y concita allí distintos equipamientos. Ganó con las obras una zona verde de 50.000 metros cuadrados, pero su paseo sufrió durante su ejecución. Ahora, el Gobierno central se ha comprometido a asumir los desperfectos causados por la maquinaria pesada que estuvo trasladando los lodos y que dañó una infraestructura que en algunos puntos suma un cuarto de siglo de antigüedad.
Cambre. Su paseo es el menos controvertido de los cuatro. En perfecto estado, aunque en algunos puntos ha necesitado reparaciones, es el que luce más uniforme, excepto en el entorno de la Casa das Palmeiras, donde las pintadas de algunas construcciones y la necesidad de pintura de la sede de la OMIX deslucen un poco.

Los mariscadores
Los 78 profesionales, la cara más amarga de la regeneración
Semanalmente los mariscadores de O Burgo se concentran para visibilizar uno de los flecos que ha quedado de un proyecto con el que, paradójicamente, se pretendió garantizar la viabilidad productiva de la ría para su futuro, amenazada por años de vertidos que dejaron lodos muy contaminantes en el estuario.
El gobierno asumió 3,8 millones de euros en subvenciones por el parón durante las obras, pero mantiene un pulso con la Xunta, que es quien tiene las competencias en marisqueo, por ver quién asume el nuevo período en el que no pueden trabajar, desde la siembra hasta que la semilla replantadas (más de 14,8 millones de unidades de berberecho y almeja japónica. babosa y fina) alcancen talla comercial. Desde Ejecutivo central proponen el pago de ayudas al 50 %, pero no ha logrado, hasta el momento, esa colaboración autonómica, ya que San Caetano entiende que la responsabilidad es de quien ejecuta la obra..
Manuel Baldomir, de la Cofradía de Pescadores y portavoz de los mariscadores, cuestionaba esta semana que haya ya acuerdos para reparar paseos marítimos, pero no para solventar la situación de unos profesionales que se encuentran ahogados económicamente por la falta de respaldo institucional.