Resultados para reflexionar

Carlos Agulló Leal
Carlos Agulló CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA CIUDAD

03 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Si tiene alguna validez extrapolar los datos de unas elecciones a otras, en aquellos lugares en los que los contendientes son los mismos partidos y coaliciones, es quizás percibir unas tendencias. Por eso no es solo un divertimento que practiquen los medios de comunicación. También los partidos, aunque no lo hagan público, echan mano del señor D’hont para hacerse una idea del escenario en el que están.

Los resultados del pasado domingo en A Coruña permiten hacer tres lecturas rápidas de la extrapolación. Primera: que seguiría habiendo cuatro grupos en el pleno de María Pita, aunque el Bloque cedería su presencia a Ciudadanos. Segunda: que la Marea, ahora en el gobierno, es el único de los otros tres grupos que baja posiciones y perdería dos de los diez concejales que tiene ahora. Tercera: que la correlación de fuerzas sería similar a la actual, con un bloque de izquierda que sumaría más que el de la derecha y el centro derecha.

Y de esa extrapolación y de los propios resultados los partidos han de sacar conclusiones. En primer lugar el gobierno, que casi coincidiendo con su primer año de mandato se deja en el camino 8.300 votos con respecto a la consulta de diciembre. Es cierto que el número de sufragios de hace una semana es casi el mismo que el de las municipales de mayo del 2015 (604 menos), pero el porcentaje de apoyo popular cae 4,5 puntos porcentuales.

Ese sería el motivo real de preocupación de la Marea y lo que habría de llevar a sus dirigentes a buscar por dónde se han fugado los votos y cómo debería replantearse la gestión para los tres años que faltan de mandato.

Lo mismo que el PSOE, que ve en su recuperación (del 19,6 al 22,16 %) un premio a su control del gobierno local -«cordial, pero riguroso» en palabras del portavoz socialista-, habría de analizar con detenimiento si ese es el camino para regresar a su tradicional lugar de referencia en la ciudad en la que gobernó durante más de dos décadas.

Y el PP, sacudido tras la pérdida de la mayoría absoluta hace un año, rompe otra vez la barrera de los 50.000 votos, pero ni siquiera con los hipotéticos tres ediles de Ciudadanos volvería a la alcaldía. Salvo que la solución que se arbitre para formar Gobierno en España abriese una nueva vía en la que PP y PSOE encontrasen algún resquicio para el entendimiento.

Pero en este momento, y con los resultados de los comicios del pasado domingo en la mano, ¿cabe esperar algún cambio en las formas y en el fondo del gobierno local? ¿Afectará el debate abierto para elegir candidato a las autonómicas de otoña a la diligencia en la gestión municipal? El alcalde Ferreiro dijo en mayo: «A xente agarda de nós algo máis que cambiar placas nas rúas».