Cuatro nidos de avispa asiática a la semana

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Los bomberos retiraron 133 colonias y el área de Medio Ambiente capturó 1.290 reinas este año en la ciudad

20 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En el 2016, la responsabilidad de eliminar los nidos de vespa velutina, una especie invasora de mayor tamaño que la europea y que depreda las colmenas de abejas, pasó de la Xunta a los ayuntamientos. La Administración autonómica recurría a la empresa estatal Tragsa para combatir a la avispa asiática, mientras que los servicios municipales recibieron cursos de formación y material -como buzos especiales-, aunque el Ayuntamiento coruñés ya contaba con medios propios.

De junio a diciembre de aquel año, los bomberos retiraron 44 nidos de velutinas en el término municipal de A Coruña. Una media de más de uno a la semana.

En esas fechas, el departamento municipal de Medio Ambiente, que dirige la concejala María García, puso en marcha un plan de prevención contra la expansión de la avispa asiática. Para ello se distribuyeron 150 trampas por distintos puntos del municipio. El objetivo era capturar a las reinas, que son las encargadas de fundar las nuevas colonias. Las reinas llegan a los 3,5 centímetros de longitud, frente a los 3 centímetros de los machos y los más de 2,5 que alcanzan las obreras.

Campaña de Medio Ambiente

Según explicó la concejala, las trampas surtieron efecto y se capturaron 1.290 reinas durante esos meses. Cada una de ellas habría podido formar un nido inicial, del tamaño similar a una pelota de tenis, a principios de la primavera. Allí criarían a las primeras obreras, que en los meses siguientes construirían el nido definitivo con madera masticada. Esas colonias esféricas, con el tiempo, pueden alcanzar hasta un metro de altura y albergar hasta a 2.000 individuos. Pero antes de llegar a tales dimensiones, a finales del verano, tras aparearse, las hembras fecundadas podrían partir para fundar nuevos nidos, y que el ciclo continuase.

A pesar del éxito de las trampas, esa capacidad reproductora ha obligado a los bomberos a seguir trabajando. En lo que va de año, el cuerpo de emergencias ha eliminado 133 nidos de vespa velutina en el término municipal, una media de cuatro a la semana. La mayor parte de ellos aparecieron en la periferia, pero también se han eliminado colonias dentro del centro urbano, explica la concejala, que destaca el trabajo que están haciendo los servicios municipales para mantener a raya la expansión de una especie que la Consellería de Medio Rural considera imposible de erradicar por completo.

No ayuda su mencionada capacidad reproductora, que facilitó su rápida extensión por Galicia. Las primeras colonias fueron detectadas en el 2012 en O Rosal y Burela, ahora están presentes en más de 180 municipios. En el 2014, cuando la Xunta activó el plan para combatirlas, se retiraron 572 nidos, pero durante el año pasado se eliminaron más de 10.200 en toda la comunidad.

Tampoco ayudan las dificultades que entraña eliminar sus nidos. Los bomberos sitúan las colonias durante el día, pero no pueden actuar hasta la noche, cuando todas las avispas han vuelto a casa. El motivo es que si las insectos regresan y no encuentran su nido, o pueden escapar cuando está siendo atacado, las hembras fecundadas que puedan huir se dividirán para fundar nuevas colonias, en ocasiones hasta cinco o seis. Por lo tanto, eliminar los nidos de forma incorrecta puede tener efectos contraproducentes y facilitar la expansión de la especie.

Una vez detectado el nido y cuando ha caído la noche, los bomberos cierran el único orificio de salida del mismo. Las avispas mueren poco después por asfixia, aunque en ocasiones es preciso utilizar un insecticida específico. Después se retira el nido y se procede a su destrucción.

Un susto y las zonas afectadas

Aunque no se han producido incidentes con heridos, los bomberos sufrieron una vez el ataque de una colonia cuando estaban retirando su nido, pero fueron protegidos por sus trajes. Ocurrió el año pasado, cerca del Museo de Arte Contemporáneo, en la carretera de Baños de Arteixo.

En esa zona se han encontrado nidos, también en Eirís, Feáns, A Zapateira, Mesoiro, Bens, As Rañas... las zonas de la periferia donde son más abundantes.

Pero también han aparecido nidos, quizá la quinta parte de los 133 retirados, en el centro. En muchas ocasiones estaban situados cerca de camelios, por los que parecen sentir cierta predilección, aunque también se han retirado de edificios deshabitados de Orillamar o la Ciudad Vieja.

Pese al trabajo constante que las velutinas exigen a los bomberos, su expansión está lejos de la registrada en otros ayuntamientos. Uno de los más afectados de la zona es el de Carballo, donde en lo que va de año se han retirado 172 nidos, la cuarta parte de ellos en la misma parroquia que da nombre al municipio, y eso a pesar de que en el 2015 apenas se habían detectado unos pocos nidos aún en su fase inicial.