Con la cesión para uso público de Batería y Calvo Sotelo el centro de la ciudad ganará al borde del mar un espacio de 88.393 metros cuadrados, el cuádruple que los jardines
12 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Los muelles de Batería y Calvo Sotelo, los más próximos al centro de la ciudad, suman 88.393 metros cuadrados. Según el compromiso alcanzado por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y el de Puertos del Estado, José Llorca, no serán subastados y continuarán siendo de titularidad pública cuando finalice la actividad portuaria. Otro tanto ocurrirá con La Solana, que continuará en manos del Puerto, según anunció Núñez Feijoo.
Esos 88.000 metros cuadrados constituirán la bolsa de suelo más importante en el centro de la ciudad. Su extensión equivale a cuatro veces los jardines de Méndez Núñez, a todo el Birloque o a dos veces Labañou. Pero no está previsto que se levanten viviendas allí. El plan general del 2013, diseñado de acuerdo a los planes del urbanista Joan Busquets, prevé obtener «los suelos necesarios para configurar un gran parque junto a la lámina de agua». Además de soterrar el tráfico -tarea iniciada con el túnel de la Marina- para facilitar el acceso de los peatones.
El plan de urbanismo prevé, de acuerdo a esos planes, una superficie edificable de 50.000 metros cuadrados, con edificios emblemáticos e institucionales para usos terciarios y hoteleros de hasta nueve plantas de altura. Esos planes fueron redactados para cumplir los convenios del 2004 para la construcción del puerto exterior, que preveían financiar la obra con la urbanización de los muelles interiores. El actual gobierno local ha exigido la revisión de esos acuerdos, y cuenta con el apoyo del BNG y el PSOE -que los firmó- con el fin de reducir la edificabilidad.
Claro que Batería y Calvo Sotelo son tan solo el primer paso. Más adelante está prevista la liberación de San Diego, que suma casi 377.057 metros cuadrados, incluyendo la estación de mercancías y las líneas ferroviarias Feijoo señaló que es en esa zona en la que deberán obtenerse los fondos para afrontar la deuda de 300 millones por la construcción de punta Langosteira.
Su anuncio coincide, otra vez, con el plan general de urbanismo, que prevé una superficie edificable de casi 396.300 metros. Con esa cifra, en San Diego se podrían levantar unas 3.800 viviendas en bloques de seis alturas que podrían, en caso de edificios singulares, alcanzar las diez alturas. El gobierno local también se ha mostrado partidario de reducir de forma significativa la edificabilidad en esa zona, equivalente a siete veces todo el parque de Santa Margarita.
El futuro de esa zona también es una incógnita. Está por ver el texto concreto del convenio que firmarán la Xunta y Puertos del Estado durante las próximas semanas, qué fórmulas se adoptarán para mantener la titularidad pública de los muelles o cómo se compensarán a la Autoridad Portuaria los 25 millones que tenía previsto obtener con su subasta. Si se reduce la edificabilidad en San Diego será preciso buscar otras fórmulas, ya no para pagar el puerto exterior, sino también para urbanizar la zona. Su superficie es similar a la del parque Ofimático, cuya urbanización costó 40 millones de euros. El alcalde reiteró ayer su apuesta de que esos fondos podrían proceder de su propuesta de crear allí un Distrito do Mar, con la colaboración del empresariado.