¿Tendrá voz en el pleno Inés Rey?

Carlos Agulló Leal
Carlos Agulló A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Inés Rey
Inés Rey Eduardo Pérez

26 nov 2018 . Actualizado a las 18:51 h.

Cuatro portavoces en cuatro años. Es la imagen que refleja con más precisión lo que fue el PSOE coruñés en el actual mandato, desde que en el 2015, primero, cosechó su peor resultado electoral (seis concejales) y, después, se dejó robar la cartera en María Pita. A seis meses de otras elecciones municipales en las que ambas formaciones deberán competir por el misma porción de la tarta de los votos, los socialistas arrastran hasta hoy el pecado original de haber otorgado la alcaldía a la Marea de Xulio Ferreiro sin condiciones.

Los socialistas perdieron la posición y no supieron recuperarla. En los peores momentos de la Marea, con el escándalo de la compra irregular de pisos, la denuncia de la fiscalía por supuesta prevaricación en la concesión de la cárcel o en los sucesivos tropezones en cuestiones elementales de gestión, los socialistas cambiaron algo el tono de sus críticas. Pero nada más. Ni siquiera dieron el paso siguiente a la retirada de la confianza al alcalde después de que no fuese capaz de aprobar los presupuestos del año pasado. Por nada del mundo querían verse retratados al lado del PP en una moción de censura. Lo que les faltaba para la puntilla, decían desde las filas socialistas.

Aquello sí tuvo una consecuencia en la errática deriva del PSOE: los presupuestos de este año, con los que la Marea prepara su reválida, salieron adelante con el consentimiento socialista. Para arrebatar a la Marea el argumento del victimismo, adujo el hasta ayer portavoz socialista.

Todo ello, en medio de los terremotos políticos que convulsionaron al socialismo. Por un lado, la ascensión y caída de Pedro Sánchez, la moción de censura a Mariano Rajoy y la llegada a la Moncloa de un Sánchez muy necesitado del buen humor de Pablo Iglesias. Y por otro, un período de la ejecutiva local al mando de una gestora que debía conducir la transición provocada por la dimisión de Mar Barcón, que ya había dejado el grupo municipal en manos de José Manuel Dapena, quien a su vez, indignado por las conversaciones de Barcón y Ferreiro a sus espaldas, lo dejó a José Manuel García. En el horizonte, la elección de nueva ejecutiva y las primarias de las municipales, con los pesos pesados de las ejecutivas gallega y provincial marcando territorio.

A seis meses de las elecciones, los socialistas eligen una nueva cara para su cartel electoral. Poca alternativa les quedaba para intentar recuperar a ese electorado que desde las filas socialistas dicen que prestaron a la Marea en el año 2015. Un rostro como el de García, sociológica e ideológicamente poco identificable con la Marea, estaba en la práctica quemado por los hechos consumados para vender un mensaje diferenciador. Inés Rey (como de forma reiterada hizo García en los últimos meses), proclama que fue un error dar la investidura a Xulio Ferreiro a cambio de nada. ¿En qué se traduce eso? Ella no es concejala, pero la acción del grupo municipal socialista, ya con muy poca capacidad de influencia y en el que Rey cuenta con apoyos que no se caracterizaron por la mayor firmeza ante el gobierno local, será casi el único instrumento con que cuente la candidata para marcar distancias con la Marea que los fagocitó. El papel de la cuarta portavocía será clave para la proyección de la imagen de Inés Rey en esta recta final antes de las municipales de mayo.