Un parque infantil en la urbanización coruñesa de Valaire con solo seis juegos y rodeado por un talud de tierra

Emiliano Mouzo A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

Los vecinos denuncian las carencias y que no es apto para todas las edades

07 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ayuntamiento de A Coruña acaba de construir un parque infantil en la urbanización Valaire, en A Zapateira. El miércoles, representantes municipales de Infraestructuras visitaron la zona. Varios vecinos les preguntaron si el área de juegos ya estaba lista. La respuesta fue que sí, ante la sorpresa y el asombro de los residentes. Y es que el parque infantil está a escasos metros de un «peligroso» talud de tierra y rocas, comentaron indignados los vecinos. El enorme desnivel fue creado por la empresa que realizó las obras, «para aprovechar los áridos y allanar el terreno sobre el que se encuentran los juegos», indicó Rubén Diéguez, un vecino. Asegura que este pronunciado desnivel es más atractivo para los niños que los juegos instalados: «Si los pierdes de vista se van a escalar, con el peligro que ello conlleva», subrayó Rubén.

Gonzalo Ríos es otro vecino cuyos hijos no aceptan de muy buena gana ir a la nueva área de ocio, al lado de su casa: «Me piden que los lleve al parque de Eirís». Y es normal que los pequeños no se sientan atraídos por este nuevo espacio infantil. «Solamente instalaron seis aparatos, una tirolina, dos columpios, un tobogán, una estructura para trepar y un rocódromo», contó molesta y enfadada Arancha Sánchez. «No cuenta ni con balancines, ni con casitas estilo guardería...», recalcó Rubén.

Pero lo que más irrita a los vecinos es que los aparatos elegidos «no se adecúan a las distintas edades de los niños», explicó Gonzalo Ríos. Por ejemplo, los columpios no pueden ser utilizados por niños que superen los cinco o seis años, «porque tocarían con los pies en el suelo, o el tobogán que, de tan solo un metro de ancho, no tiene cabida para los de seis o siete años, y lo de la tirolina ya es un escándalo, porque no es apta para todas las edades, ni tiene plataforma de seguridad», subrayó.

El parque tampoco tiene «ni el piso de caucho, ni fuente, ni un punto de luz, y el agua de la lluvia que baja por la ladera natural, que ellos destrozaron, cruza el parque», dicen indignados.

La obra fue adjudicada bajo los presupuestos participativos en el mandato de La Marea. Les dijeron que se iba a parecer al de Eirís, «pero nada más lejos de la realidad». Contaba con una partida inicial de 60.000 euros, «luego se quedó en 54.000, y lo adjudicaron por 38.500 euros», subrayan.

Los vecinos exigen la inmediata mejora del parque, «o adoptaremos medidas de protesta».