Kobas, el carballés que compagina el automovilismo con el desguace

Este fin de semana participa en el siempre espectacular y multitudinario Rali de A Coruña. Lo hace a bordo de todo un clásico: un Porsche 911 de la Escudería Yacar. Siempre le ha tirado el olor a gasolina, los neumáticos y el andar destripando motores. Cuando era pequeño, y mientras otros niños de su edad emulaban ser futbolistas, Javier Ramilo Queijo se pasaba las horas chafullando en las motos y los coches: «A min o tema da pelota non se me daba ben, eu prefería andar coas rodas», dijo.

Javier Ramilo Queijo es un viejo conocido de la afición al automovilismo de la Costa da Morte, pese a tener 40 años. Todo el mundo lo conoce por Kobas, en honor al lugar de la parroquia de Sofán que le vio crecer y donde reside con su familia. Lleva más de la mitad de su vida en los circuitos. De hecho, es uno de los grandes campeones que tiene la Costa da Morte e n la actualidad. Acumula dos campeonatos gallegos en autocrós y cuatro en la modalidad de ralimix, y todavía no piensa en la retirada. Al contrario: «Xa estou preparando o coche con Yacar para esta tempada».

La pasión de Kobas por el mundo de motor no le viene precisamente de la genética: «Na miña familia non hai ninguén que lle dera polo automobilismo». Esa devoción por los coches le ha llevado también a dedicarse profesionalmente al mundo del motor. En concreto, a través de los desguaces. Es lo que tiene pasar horas quitando y poniendo piezas.

Hace siete años montó, con un socio, su primer taller de recambios. Fue en Bergondo, con Autorecycling Coruña. Las cosas le iban bien, pero Kobas siempre tuvo claro que deseaba emprenden en su Carballo natal, o por lo menos, cerca de casa. Así, poco antes de la pandemia le surgió la oportunidad, al ponerse a la venta una empresa de desguaces en el polígono de Tella, Ponteceso, de nombre comercial Mancebo. No se lo pensó dos veces. Kobas invirtió más de 300.000 euros y se hizo con el negocio:«Era moito más doado mercar un desguace xa montado e en funcionamento que pedir os permisos para montar un novo. Son moitos trámites e moito tempo de burocracia e de prazos , por iso non o pensei moito e decidín mercar».

El negocio parece ir viento en popa —son tres personas trabajando— porque acaba de adquirir una parcela anexa a la nave de 1.300 metros cuadrados de superficie con la finalidad de almacenar más vehículos. La flota actual de Desguaces Coruña ronda los cien turismos y se le ha quedado pequeño en apenas tres años y medio. El mercado de segunda mano, según Javier Ramilo, está de pleno auge: «Temos moita clientela. Cada vez máis», apuntó con cierto orgullo de que las cosas le van saliendo bien, pero también matizó que es el resultado «do traballo e o esforzo». Eso sí, el mercado del recambio está en plena cresta de la ola gracias, en gran medida, a la crisis de las materias primas: «Sacámoslle rendibilidade a todo. Pero agora págase máis polas pezas», esgrimió Kobas, quien añadió: «O aluminio triplicou o seu prezo nun ano e a tonelada de chatarra págase, ao peso, a douscentos euros». Pero Javier Ramilo ya piensa en clave de futuro: «O feito que a partir de 2035 non se vaia fabricar máis coches de combustión non quere dicir que os desguaces non vaiamos a ter traballo. Será doutra forma, pero haberá traballo porque os coches, sexan eléctricos, híbridos enchufables, de gasoil ou gasoliña sempre romperan e sempre se precisarán pezas de reposto», comentó el emprendedor y deportista.

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