Llega un nuevo tramo de la pasarela de Pedralonga, en A Coruña

Tamara Rivas Núñez
T. Rivas A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Ángel Manso

La pieza permanece en la explanada, pendiente de su colocación, cuando se cumplen 25 años de la demanda vecinal para reclamar un itinerario seguro a pie entre ambos barrios

13 ene 2024 . Actualizado a las 13:23 h.

La pasarela de Pedralonga va camino de convertirse en la más larga de la historia, no por su longitud —el pasó medirá 49,91 metros de largo por tres de ancho—, sino por lo que se está dilatando en el tiempo su construcción y puesta en funcionamiento. Durante la madrugada del sábado llegó hasta la explanada de Alcampo otra de las piezas que darán forma a la estructura, pero todavía falta que salga de la fábrica de Coirós una última. Con los dos tramos de la pasarela allí, se procederá a su preparación para poder ensamblarlas, una operación para la que todavía no hay fecha concreta, y también al acabado y acondicionamiento de los accesos. Los trabajos restantes no afectarán al tráfico rodado, por lo que no será necesario cortar Alfonso Molina, como sí sucedió con la instalación de la parte central. La nueva pieza viajó desde la fábrica un mes y medio después de que el vano central, el de mayor complejidad de colocación, quedase instalado.

Las obras de la pasarela que unirá Pedralonga y Palavea, una histórica demanda de los vecinos de ambos barrios, arrancaron en mayo del 2022. Las máquinas llegaron y empezaron a trabajar un año después de que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana anunciase la adjudicación para construir la infraestructura peatonal, una actuación que enmarcan dentro de la primera fase del proyecto de ampliación de la avenida de Alfonso Molina, por 1,22 millones de euros. La previsión inicial establecía un plazo de ejecución de 26 meses, por lo que debería haberse finalizado en el segundo semestre del 2023, algo que no se pudo cumplir por la escasez y el encarecimiento de las materias primas, agravada a raíz de la guerra de Ucrania.

El retraso obliga a los vecinos a enfrentarse a diario a una auténtica odisea para poder cruzar a pie de Pedralonga a Palavea. Conscientes de la peligrosidad que entraña el camino, los residentes se concentraron un 13 de enero de hace 25 años para exigir al entonces Ministerio de Fomento una solución en forma de pasarela. Una pasarela que, un cuarto de siglo después, continúa a la espera de convertirse en realidad

Características técnicas 

La pasarela está ubicada al oeste de la N-550 y cruza sobre Alfonso Molina a la altura del kilómetro 3,5, en dirección norte-sur. Tiene una longitud de 49,61 metros, un ancho útil de tres metros y barandillas laterales. La pendiente máxima longitudinal es de 6 %, cumpliendo la normativa vigente en materia de accesibilidad.

El tramo sobre la carretera cuenta con pilas y rampas laterales de hormigón y un vano central de 40 metros de longitud, conformado mediante celosía metálica de cuatro metros de canto. Se prescinde de apoyo en la mediana de la AC-11 para limitar la afección a las condiciones de seguridad de la carretera. 

El recorrido peatonal se completa, en el lado sur, con una segunda rampa que resuelve el desnivel entre la calle Lugar de Palavea Vieja y el aparcamiento del centro comercial, en la ubicación de la actual escalera peatonal. Se contempla también la urbanización de viales y aceras y la reposición de servicios afectados, entre ellos una parada de autobús.