El caso de la ría de O Burgo, en A Coruña, de estuario condenado a hábitat regenerado

Mila Méndez Otero
mila méndez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Con cerca del 95 % de las obras ejecutadas, los cambios comienzan a percibirse en el espacio maltratado durante décadas por la contaminación

28 ene 2024 . Actualizado a las 22:32 h.

«¿Ves aquel operario que camina por la arena, en la senda de la ría? Esta era una imagen impensable antes, era fango», dice a bordo de una lancha Victoriano de la Torre, el responsable del seguimiento ambiental del dragado de la ría de O Burgo. Señala la costa de O Paraíso, en Oleiros. «Tendremos que recordar que esto es un estuario, no una playa», apostilla. Con el ambicioso proyecto dando sus últimos pasos, los cambios empiezan a ser percibidos. Garzas reales, mazaricos, biluricos o cormoranes bucean y pescan por la ría, que ya no huele.

Los trabajos están ejecutados en cerca de un 95 %. Ahora se centran en el aporte de arena a través de unos tubos extendidos desde la entrada de la ría, en Santa Cristina, que la impulsan mezclada en agua hasta dos kilómetros y medio cara el nacimiento del estuario. En abril, los mariscadores resembrarán las semillas de los bivalvos que recogieron de forma previa a las obras. «Hay 14 millones de almejas en los criaderos», se detiene en este dato Carlos Gil, el jefe de la Demarcación de Costas del Estado en A Coruña.

El dragado ambiental de la ría de O Burgo, que comenzó en diciembre del 2021, es un proyecto de grandes cifras. La más apabullante es la de los 583.337 metros cúbicos dragados. De aquí, 174.284, los más contaminantes, se han enterrado y sellado a la altura de la desembocadura del río Trabe, en el lado de Culleredo, y sobre ellos se está creando un espacio verde; otros 223.361, de un nivel de riesgo más bajo, se han depositado a cinco millas de la costa en un punto de vertido controlado; y los 185.690 restantes son los que se han aprovechado para la regeneración de los bancos marisqueros, el fondo de la laguna de Fonteculler y la restitución del prisma mareal.

La inversión del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se acerca a los 40 millones de euros. A los 32,2 del dragado hay que sumar, por ejemplo, las indemnizaciones a los mariscadores, unos 3,6 millones. Unos fondos con cargo a los Presupuestos Generales del Estado procedentes, en más de un 80 %, de Europa, de los Feder. «Este es el mayor proyecto en la costa española de la Dirección General de la Costa y el Mar. No hay antecedentes así de regeneración de una ría», subraya Gil.

Diferencias políticas de todos los colores condenaron durante décadas a la dejadez a un estuario que baña a cuatro municipios de una de las áreas metropolitanas más importantes y en expación de GaliciaA Coruña, Culleredo, Cambre y Oleiros. La ría, cada vez más antropizada, soportaba los vertidos de fábricas hoy cerradas, y que volcaban desde metales pesados a PCB (sustancias cloradas sintéticas de elevada toxicidad). Eso y las aguas residuales de 400.000 vecinos. El desarrollo económico ganó el pulso durante décadas a la prioridad medioambiental. 

Con estos impactos controlados con la Edar de Bens, que comenzó a funcionar en el 2013 y cuenta con seis bombas a lo largo de la ría, quedaba limpiar los lodos contaminados. «Se sectorizó la ría. Hay zonas protegidas que no se tocaron y donde solo se replantó zostera, en Europa no se ha hecho ningún trasplante de zostera como este, y otras altamente contaminadas», dice Gil, que se refiere a zona de los materiales confinados. 

burgo.Cada 15 días hacen un censo de aves, como esta garza. La ría ahora es zona de protección ZEPA (zona de especial protección de aves)
Cada 15 días hacen un censo de aves, como esta garza. La ría ahora es zona de protección ZEPA (zona de especial protección de aves) ANGEL MANSO

Un reto tecnológico

El titular de Costas define la actuación como un «reto tecnológico». Lo explica. «Investigamos y desarrollamos maquinaria específica con el Cedex. Normalmente, en los dragados extraes para coger arena y aumentar un calado o regenerar una playa. Aquí el objetivo fue separar la contaminación y restituir. Esto es lo innovador. Y en una ría de poco calado: el dragado tuvo una profundidad de 50 centímetros. Eso es lo que hubo que extraer y después reponer. Lodos hay muchos, pero no todos están contaminados. No podíamos aplastar el sedimento ni removerlo. Fue una obra de una complejidad técnica extrema», asegura Gil.

«En esta ría, muy antropizada, la contaminación está asociada a la fracción más fina del sedimento», aclara Victoriano de la Torre. Lo más peligroso era lo que no se veía. «Con unos geotubos, que no vi en ninguna otra zona intermareal de España y que funcionaban como un colador, mezclamos la arena con agua. Para que no pasaran las partículas más pequeñas contaminadas, añadimos un floculante, que las acumulaba. Comprobamos que al controlar la turbidez, el 99 % de la contaminación no pasaba. Así filtramos y controlamos al segundo. El agua que salía a la laguna era casi transparente», detalla Carlos Gil.

Sobre si volverá a brotar la vida, de la Torre responde: «Se mejoran las condiciones del sustrato con el propio material de la ría. El marisco va a necesitar que se cultive y hay que tener en cuenta que los estuarios son sistemas dinámicos, pero sí». El proyecto incluyó un plan de vigilancia durante diez años. «Por una vez, intentamos dejar una ría en mejores condiciones a las que la recibimos a nuestros hijos», dice Gil. Una herencia y una segunda oportunidad por la que velar.

burgo.Los técnicos de Costas del Estado y la de UTE que ejecuta los trabajos sobre el espacio verde que se está creando en Culleredo. Debajo está soterrado el fango más contaminante extraído en la primera parte del dragado
Los técnicos de Costas del Estado y la de UTE que ejecuta los trabajos sobre el espacio verde que se está creando en Culleredo. Debajo está soterrado el fango más contaminante extraído en la primera parte del dragado ANGEL MANSO

Algunos datos del proyecto

  • METROS CÚBICOS DRAGADOS: 583.337
  • PROFUNDIDAD EN CENTÍMETROS DE LA CAPA FANGOSA RETIRADA: 50
  • CRÍAS DE ALMEJA EN VIVEROS: 14.000.000
  • EJEMPLARES DE ZOSTERA TRASPLANTADA: 2.000.000
  • CENSO QUINCENAL DE AVES: 30.000

Condicionantes de la restauración:

  1. Dragado ambiental. Se retiró la contaminación y se puso arena aprovechando los recursos.
  2. Profundidad. Es una ría extensa de poco calado: la capa contaminada era de 50 centímetros.
  3. Entorno. Respetar la actividad económica marisquera, las aves y las praderas de zostera en una ría muy antropizada.

burgo.Los montículos de arena que serán esparcidos. Una máquina los draga desde la desembocadura de la ría, en Santa Cristina, hasta su nacimiento por unos tubos de dos kilómetros y medio de longitud y los que la arena va mezclada con agua
Los montículos de arena que serán esparcidos. Una máquina los draga desde la desembocadura de la ría, en Santa Cristina, hasta su nacimiento por unos tubos de dos kilómetros y medio de longitud y los que la arena va mezclada con agua ANGEL MANSO

Moncho Sixto, da plataforma en defensa da ría do Burgo: «Temos a esperanza de que volvan subir anguías»

Naceron no 2008 e foron crecendo ata incorporar máis de 20 colectivos entre os que figuran desde asociacións de mariñeiros, de veciños ou ecoloxistas. A plataforma en defensa da ría do Burgo foi a voz que uniu as reivindicacións sobre o espazo. Moncho Sixto foi un dos seus portavoces.

—Haberá un día no que non sexa necesaria a plataforma?

—O día que nos disolvamos celebrarémolo todos, enormemente, pero polo de agora estamos vixiantes.

—Nótanse xa cambios?

—Na ponte do Burgo xa se ven a area e os fondos limpos. Comézase a ver peixe bo. É que foron moitas as toneladas que se sacaron de lixo. Hai 40 anos, subían robalizas e sargos pola ría. Nós temos esperanza de que volvan subir anguía e angula.

—Isto é o que perseguían?

—Levamos 15 anos pelexando, facendo manifestacións. Foi un éxito porque os veciños da contorna merecían unha ría limpa e saneada. Quizais non sexan as formas desexadas por nós, non nos gusta moito onde quedan os residuos máis contaminantes, na desembocadura do río Trabe (na marxe de Culleredo), somerxidos e tapados por unha tapa de formigón. Non recorremos a declaración de impacto medioambiental no seu día porque non queríamos poñer ningún atranco, ningunha escusa para que isto non arrancase. Por iso demos un paso atrás.

—Por que este maltrato?

—Ademais das fábricas que vertían á ría, os aceites da Bunge, os químicos como ácido sulfúrico da Cross ou os restos dun matadoiro, fíxose un urbanismo salvaxe: primeiro facías os edificios e logo a ver onde se botaba a merda. Vías o que botabamos ao váter. Non había a estación depuradora que temos hoxe, a Edar de Bens. A contaminación comezou polo Temple e O Burgo e estendeuse cara abaixo. O cheiro era terrible cando baixaba a marea. Non se vía a area.

Cristina Piñeiro, profesora de Bioloxía da UDC: «Todos os impactos que tiña a ría teñen que mudar»

No estuario capturábanse ameixa fina, babosa, xapónica e berberecho. Crecían praderías de fanerógamas e invernaban diferentes paxaros. A meta é recuperar todo isto. A zostera xa se transplantou e en abril sementanse as crías dos catro bivalvos. Falamos coa docente Cristina Piñeiro.

—Volvera ser unha ría produtiva no tocante ao marisco?

—Todos os programas de restauración de ecosistemas mariños que se están a desenrolar no mundo están a funcionar. Temos exemplos. Non ten por que ser este o caso contrario. Cun substrato novo, o que debería de pasar é que as especies comecen a medrar. Na ría do Burgo sempre houbo algas e tamén zostera noltii, unha fanerógama que é como unha herba mariña á que lle gusta vivir baixo a auga nas rías. Soe ser unha das principais formadoras de hábitat. Estes ecosistemas captan biodiversidade, recrutan especies, son necesarios para unha restauración completa, non só as especies comerciais coma os bivalvos que, ademais, se benefician disto. As fanerógamas axudan a ter a auga limpa.

—Que contaminantes se sacaron?

—Había de todo. Metais pesados nos sedimentos, pero tamén bicicletas, carros, moita porquería. Víalo a simple vista, paseando. Cheiraba que era horrible. A auga estaba moi turbia.

—Esta rexeneración é definitiva?

—Do que se trata é de volver ao estado no que debería de estar a ría. A restauración sería poñer o que estaba aí, este era un ecosistema moi rico. Pero, para iso, as cousas que fixeron que este hábitat se perdese teñen que desaparecer. Está moi ben dragar, sacar os contaminantes e poñer nova area, pero non pode volver haber verteduras e ten que haber unha boa depuración da auga. Todos os impactos que tiña a ría que se poden evitar teñen que mudar. Se volves impactar o ecosistema non vai aguantar moito tempo desde que o restauras.

burgo
MARCOS MÍGUEZ

Andrés Pena y Jesús Vázquez, mariscadores de la ría: «Aguantou ata o que puido, se isto non se chega a facer, desaparece»

Andrés Pena era un chaval cuando empezó a sacar almejas de la ría de O Burgo, donde es el presidente de la agrupación de marisqueo de a pie. Ahora tiene 60 años y sabe que, como mínimo, hasta los 62 no volverá a bajarse al lecho de la ría. «Temos que agardar uns 24 meses desde que sementemos as crías. Calculamos facelo en abril. Imos sementar unhas cen unidades por metro cadrado. Estas sementes teñen un tamaño duns 16 milímetros. Ata que collan catro centímetros non se poden capturar», explica el mariscador.

Los profesionales del sector extractivo fueron el corazón de las manifestaciones que hicieron posible la toma de conciencia sobre la situación de colapso a la que se encaminaba la ría. En Bruselas asistieron cinco veces a la comisión de peticiones, la que se encarga de las investigaciones y denuncias ciudadanas.

«Levo aquí toda a vida. Vin como se foi consumindo. A ría aguantou ata o que puido e, se isto non se chega a facer, desaparece. Nos 80 aínda estaba ben. Aquí traballabamos 2.000 persoas. Hoxe quedamos catro gatos», reconoce resignado.

Sin embargo, la esperanza comienza a extenderse, como en su día lo hizo el lodo contaminado que fue cubriendo la arena y dejando sin oxígeno a los bivalvos. «Ves a auga limpa. Teño ganas de volver», expresa. Cuando en el 2022 comenzaron a ingresar las ayudas compensatorias por el parón de su actividad para el dragado, eran 78 los que contaban con permiso de extracción, el pérmex, 32 en embarcaciones y 46 a pie.

Jesús Vázquez, vicepatrón de la Cofradía da Coruña, es uno de ellos. «Empecé en esto a los 30 y pico, con lo del Plan Galicia. Ahora tengo 57. Llevamos muchos años denunciando, peleando por esta ría. Hablo ya como vecino. Cuando llegabas a O Burgo no podías ni respirar. Aquí salían las aguas fecales de los cuatro ayuntamientos. Con la Edar de Bens se notó ya un cambio. Pero casi no quedaban puntos libres de fango. Cuando volvamos esto va a ser una ría nueva, no sabemos dónde se reproducirá mejor el marisco. Debería funcionar como en sus mejores tiempos, pero eso lo sabremos con el tiempo», apunta Jesús.

Su pelea ahora es que prolonguen las ayudas con las que subsisten hasta que vuelvan a mariscar, dentro de dos años, en el 2026, y no solo hasa el final del dragado, este mes de abril. Para febrero tienen programada una reunión de la mesa de la ría.

burgo.Os eurodeputados, no 2013, coa vara cuberta de lodo no Burgo
Os eurodeputados, no 2013, coa vara cuberta de lodo no Burgo CÉSAR QUIAN

Ana Miranda Paz, eurodiputada do BNG en Bruselas: «Ao descubrir que non se gastaran uns fondos europeos, vimos a ocasión»

A loita pola rexeneración da ría saltou do Burgo a Bruselas, onde se desenrolou a batalla máis importante: a que fixo que en Europa saltasen as alarmas polo estado de contaminación acumulada durante decenios neste ecosistema. «No 2011 comeza a toma de conciencia máis grande, e a presión. Entón, xa só traballan uns 130 mariscadores. A ría, por así dicilo, deixouse ir. É a finais dese ano cando conseguimos que se fixera a primeira comisión de investigación. Por aquí pasaron tres patróns maiores da Coruña e mariscadoras coma Teresa Ramiro explicaron no Parlamento a situación do estuario», fai memoria desde a capital europea a eurodeputada do BNG Ana Miranda.

Con ela viaxou no 2013 a primeira comitiva de eurodeputados que viñeron a coñecer in situ o espazo. «Aquela visita deixou frases e fotografías para a historia que chegaron ata The Guardian, como a da eurodeputada letona dicindo aquilo de ‘‘teño ollos'', cando se sacou unha vara de case dous metros cuberta de lama contaminada», lembra.

Aquela misión foi un paso significativo. O outro foi no 2019. «Foi cando descubrimos que non se gastaran os fondos europeos para unha depuradora por parte do Concello de Santiago. Vimos que había unha vía de financiamento: instar ao Estado español á reprogramación deses fondos. Cando no 2020 recuperamos o escano en Madrid, foi unha das condicións do pacto de Goberno», subliña Miranda.

Viaxou ata a ría, «polo menos 50 veces. A última, hai unhas semanas. Emocioneime ao ver como de avanzado está todo. Hai proxectos que parecen imposibles, pero que se cumpren se perseveras. Volverá ser unha ría produtiva, para iso teñen que seguir as políticas de saneamento», advirte a política nacionalista.