Participa este jueves en las Xornadas de Xestión Rexenerativa de los suelos con una conferencia en la Domus
22 feb 2024 . Actualizado a las 18:24 h.A Coruña acoge este jueves las primeras Xornadas Científico-Técnicas sobre Xestión Rexenerativa, organizadas, entre otros, por la Fundación Juana de Vega. El Muncyt será sede de las charlas de varios expertos en biología ambiental, agricultura o permacultura. Por la tarde, a partir de las siete y abierta para todo el público en la Domus, Ana Digón (Londres, 1976) dará su conferencia titulada «Os 7 M da rexeneración dos solos, economía e vidas rurais». Ella preside la Asociación de Agricultura Regenerativa. «La sede fiscal está en Barcelona pero el ámbito de actuación es a nivel nacional, llevamos 15 años trabajando por todas las comunidades autónomas, en las islas Baleares y en Portugal. Justo donde menos hemos actuado es en Galicia, hasta ahora».
-¿Afrontan problemas muy diferentes según la latitud? Almería no es Lugo.
-Totalmente, de hecho es todavía más contextual. Están el clima, los usos de suelo que se han dado a ese territorio (minifundio o latifundio), los tipos de producción... Es tan contextual que la misma finca en manos de dos personas diferentes se va a manejar de forma distinta. Igual uno quiere ser viticultor y el otro tener ovejas. Se empieza siempre por la pregunta de quién está ahí y qué quieren hacer, y qué formas de producción se pueden ir desarrollando de forma realista.
-Durante las protestas de los agricultores ha trascendido el deseo de muchos de ellos de eliminar exigencias de la Agenda 2030 o resistirse a renunciar a los fitosanitarios. ¿Es una visión cortoplacista?
-Cada agricultor es un mundo. Hay una parte que sí porque a ello le obligan las facturas, y hay otras personas que trabajan más a largo plazo. Quienes se acercan a este manejo regenerativo realmente lo hacen por tres motivos: por salud, porque alguien en su familia ha tenido un problema a causa de los químicos, al final te estás envenenando; hay motivos más morales, cuando la gente piensa en el legado que quiere dejar, qué tipo de alimentos está vendiendo a las personas; y el tercero es el económico, con todos los gastos de insumos que crecen, los números ya no dan, más aún cuando luego los precios de venta siguen bajando. Así, el 99 % de los productores en España dependen de las ayudas y eso es insostenible, hay gente que lo ve venir y está cambiando.
-¿Nos puede avanzas las 7 emes?
-¿Si te las cuento quién irá a verme? [Ríe]. Haremos algo de espóiler y te diré las 5 primeras. Las tres primeras son materia orgánica, todo lo que estaba vivo y se murió; la microbiología, y los minerales. Esas tres emes han de estar en un suelo fértil y sano, son la base del capital natural de todo productor. Incrementar esas tres emes incrementará tu productividad, necesitarás menos insumos externos. Esas tres se pueden ver potenciadas en positivo con la cuarta eme, el manejo, sobre todo el de los animales. Es clave, y en Galicia más. Me refiero al pastoreo dirigido en el que favorecemos tiempos cortos de ocupación de la parcela con alta carga animal, es decir, muchos animales en poco espacio y poco tiempo, y luego, cada tres días, cambio de parcela con mucho tiempo posterior de reposo para que puedan regenerarse. Es absolutamente contextual, depende del momento del año, del tipo de vegetación, del animal,... por eso es muy importante la formación de los productores, con eventos como el de A Coruña. Y a raíz de ahí, que la gente tome sus decisiones. Y todo ello viene determinado por la quinta eme, la mentalidad, esto es clave. El manejo no se le puede obligar a nadie, lo tienen que tener claro los productores. La mentalidad es mucho más difícil de cambiar, mucho más que el clima, hemos sido capaces de cambiar el clima, sin embargo es muy difícil cambiar de mentalidad. La gestión regenerativa es para pensar, el ensayo-error, compartir experiencias, es un trabajo colectivo. Por eso hemos hecho más de mil eventos en 15 años. Y tampoco es algo nuevo, se trata de recuperar lo mejor del conocimiento ancestral, las interacciones de plantas y animales, y los conocimientos de los ciclos naturales. A eso se suma una biología más puntera y la tecnología apropiada, no grandes tractores y máquinas, no, lo que le sirva al agricultor, como una pequeña tubería. O los collares que permiten hacer un pastoreo digital moviendo a los animales sin necesidad de estar todo el tiempo presentes. Todo esto ayuda también a la prevención de incendios.
-¿Cómo encaja la gestión regenerativa con los problemas tan graves de sequía?
-La materia orgánica es absolutamente esencial para la captura de agua del suelo. Eso es carbono vivo y lo planteo como un subproducto. Al estar incrementando, estamos captando emisiones de la atmósfera, aunque no es el objetivo principal. Cada molécula de carbono es capaz de capturar cuatro moléculas de agua, el suelo se hace más esponja. Hay unas cifras que dicen que por cada 1 % que se incrementa el carbono orgánico del suelo, es capaz de capturar y retener 140.000 litros adicionales de agua por hectárea. Esto por un lado. En Galicia está bastante bien, en otras zonas no es así. Pero otra parte importantes es el suelo cubierto, con vegetación viva o seca, todo el año. Aquí en Galicia eso se da, pero también se ha constatado la pérdida de especies vegetales que se dan por el sobrepastoreo. Si dejas los animales en una parcela durante un mes, sobrepastan las plantas buenas y dejan las menos nutritivas. Puedes ver un campo todo verde pero muy simplificado en cuanto a variedades y las que hay no son las interesantes. Esto está afectando a la productividad. No se pueden dejar a los animales un mes en la misma parcela. Hay un estudio de ganaderos regenerativos pioneros en toda España y entre las muchas cosas que descubrieron me gustaría destacar una rentabilidad más alta de las granjas, y que el 93 % de esas personas se declaraban felices o muy felices con su trabajo, orgullosos con lo que aportan a la sociedad. Y me gustaría añadir otro dato. En zonas muy áridas hay fincas que llevan 5 o 6 años en proceso regenerativo que consiguen alimentar a sus reses 8-10 meses en un año de sequía, mientras que sus vecinos, con agricultura convencional, solo lo pueden hacer 3 o 4 meses. Esto refleja la salud ecosistémica.