Retinol para las neuronas

Antía Díaz Leal
Antía Díaz Leal CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA CIUDAD

EDUARDO PÉREZ

Confirmas que eres como el abuelo cebolleta cuando se te ocurre entrar en Primor el día de su inauguración y tienes que esquivar a decenas de adolescentes que llevan un cesto lleno de botecitos y barritas

27 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Descubres que eres una antigua cuando alguien te dice «te acompaño hasta Pepón» y piensas en un bar. Luego te das cuenta de que eres más antigua todavía, cuando tu cuñada CTV te dice que eso no es de los adolescentes de ahora, que dónde va. Dónde vas tú, te preguntas, pasando por la vida sin saber que la plaza de Pontevedra tiene otro nombre. Que en la cabeza y en los wasaps de los de 15 se escribirá «ppon» o algo así, pero a ti te dicen Pepón y en tu cabeza y en tus mensajes es un nombre propio, con su mayúscula y su tilde en la o, que para eso es aguda y termina en n.

Confirmas que eres como el abuelo cebolleta cuando se te ocurre entrar en Primor el día de su inauguración y tienes que esquivar a decenas de adolescentes que llevan un cesto lleno de botecitos y barritas y que se dicen unas a otras «¡no me puto dejéis sola, que me lo compro todo!». Toda tu gramática se retuerce con esa frase. Te falta tiempo para darte cuenta de que da igual que tus amigas sepan que tú ya usabas precorrector antes de que nos colonizaran TikTok. Esas adolescentes que se han saltado la última hora de clase usan más productos que los que tú usarás nunca, saben más de colores, de fórmulas y de texturas. Lo único que no saben es que no necesitan ni la mitad de lo que llevan en el cesto. Eso no son ojeras, bonitas, quieres decirles, ni rojeces, ni piel apagada. No les dices nada, claro. Solo puedes pensar, como buena antigua que eres, en cómo es posible que se puedan comprar todo eso. A su edad no tenías ni para brillo de labios, piensas. Y tras escuchar esa última frase de antigua, tus neuronas te dirigen directamente a la sección del retinol.