El número 7 del mir elige el Chuac para hacerse oncólogo: «Es un servicio muy joven y tiene muchas cosas en marcha»

Su abuelo era médico y él, aunque confiesa que dudó por orientar su camino hacia otras opciones, acabó inclinándose también por Medicina. De Ourense ciudad, hizo la carrera en la Universidad de Santiago y cuando se enfrentó junto a otros 13.700 aspirantes al exigente examen mir, sacó nada menos que la séptima mejor nota de toda España, algo que, asegura, ni él mismo se esperaba. Eso fue en febrero pasado  y ya entonces tenía bastante claro que había dos ramas que le atraían de forma especial para dedicarle sus próximos años de trabajo y formación como médico interno residente: Oncología y Hematología. Este lunes tocaba elegir especialidad y hospital, y Pedro Areal Antolín (Ourense, 2000) decidió: se dedicará a hacerle frente al cáncer en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña. Se incorporará a principios del mes de junio. Con él, de las 700 primeras plazas asignadas, otros catorce jóvenes doctores también se harán especialistas en el hospital coruñés. 

 —¿Por qué el Chuac? 

—Siempre tuve claro que quería vivir en una ciudad mediana como A Coruña. Cuando fui a ver hospitales, acudí a la jornada de puertas abiertas del Chuac, me puse en contacto con residentes, hablé con bastantes de ellos, también con médicos adjuntos y todos me transmitieron muy buenas vibraciones. Conocí también a la jefa del servicio, Rosario García Campelo, me pareció una persona muy cercana. Es un servicio muy joven y tiene muchas cosas en marcha. Pregunté y visité también otros hospitales, que también serían muy buenas elecciones. Dudé algo, pero finalmente me decidí por el Chuac y, la verdad, estoy muy contento.

—¿Qué otros centros le atraían?

—Dudé con el 12 de Octubre de Madrid, que es un hospital con mucho prestigio, y fui a visitarlo también. Pero como ciudad me llama más A Coruña que Madrid. 

—¿Tiene familia en la ciudad?

—Sí, tengo familia, tíos tanto por parte de madre como de padre, primos…

—¿Pesó eso en su elección de centro?

—Es un factor a tener en cuenta, pero no es el más importante, desde luego. Tener la familia cerca es importante, y siendo de Ourense, Coruña me queda muy cerca de casa, pero no era decisivo, estaba dispuesto a irme fuera. Muchos compañeros míos van a elegir el Chuac también.  

 —¿Y la posibilidad de investigar?

—Sí, eso sí. Oncología es la especialidad que mejor combina la parte humana de la Medicina, la de los cuidados, la de acompañar al paciente, con la investigación. Las combina de una forma muy buena. Una parte importante de mi decisión es que el cáncer, que son muchas enfermedades, supone un reto para la sociedad en general, y eso también es un aliciente. 

—Es una rama en la que últimamente se están produciendo novedades importantes en lo que se refiere a tratamientos. 

—Sí, sí… Para mí, de lo más atractivo de la especialidad, además de la investigación y aparte de lo que yo pueda hacer, es tener que estar actualizándose constantemente para estar al día. No voy a estar toda mi trayectoria profesional haciendo lo mismo. La Oncología de hoy en día nada tiene que ver con la de hace veinte años, y la de dentro de veinte años probablemente se parecerá poco a la de ahora. 

—¿Le atrae alguna rama en concreto de la Oncología? 

— A ver, por el momento… Hay gente que entra en la carrera de Medicina pensando que le gusta determinada especialidad y después resulta que no tiene que ver lo que ves desde fuera con lo que vives por dentro. Yo estoy con la especialidad a tope y es verdad que en esta se suele subespecializarse la gente, pero no lo tengo claro todavía. Tampoco tendría sentido tenerlo claro, creo… 

—¿Siempre supo que quería ser médico o le influyó en cierta forma la tradición familiar?

 —Mi abuelo era médico, mi tía… Pero bueno, a mí me gustaba la Medicina y también me gustaban otras cosas. Creo que cuando eliges qué carrera vas a hacer eres muy joven. A los 18 tomas una decisión un poco casi sin saber. Medicina me pareció muy atractiva, es una titulación con mucha publicidad, es algo público… Me pareció atractiva por la parte la científica y la humana.

—¿Y después de la residencia?

—Onco es una residencia de cinco años, cualquiera sabe. Por ahora, vamos a empezar con muchas ganas, con ganas de aprender, de trabajar y también de disfrutar de la residencia, que creo que es una etapa bonita y positiva. De aquí al futuro, ¡quién sabe!

—¿Ya tiene vivienda?

—Estamos en ello. Me voy con un par de amigos, uno también es médico, que acaba de elegir también el Chuac, y otro farmacéutico. Ese es un trámite feo para mí, no me gusta. Pero estamos en ello, a ver si podemos dejarlo solucionado pronto, que está complicado lo de encontrar piso en Coruña.

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