Rody Aragón: «Fui piloto comercial durante diez años antes de ser payaso»

Si hay una familia que ha sabido unir a generaciones de españoles es, sin duda, la saga Aragón. Los famosos Payasos de la Tele traspasaron las pantallas de los televisores y llegaron a millones de hogares en los últimos cincuenta años. Rody Aragón, el más joven del clan familiar, sintió la llamada de la interpretación siendo un niño. «Mi primera actuación fue cuando tenía diez años. Salí tocando la guitarra y fue una experiencia que me marcó mucho», señala este artista multidisciplinar. «Me sentí muy satisfecho por la acogida, hacer reír a la gente es muy difícil, pero también extremadamente gratificante», reconoce. 

La esencia de Los Payasos de la Tele perdura en Vuelve a Soñar, el circo con el que ha llegado al paseo marítimo de O Burgo, en Culleredo, y que acogerá actuaciones hasta el próximo 7 de enero. «Es un show atemporal. Mantenemos nuestra esencia pero adaptándola a un nuevo formato», confirma. «Hay comedia, pero también acrobacias», indica. «Nosotros intentamos hacer un humor inocente e inclusivo. Creo que esa es la clave de nuestro éxito», confiesa, asegurando que el público gallego «es de los más nobles. Siempre nos recibe con mucho cariño», asegura.

Sin embargo, no siempre se dedicó al espectáculo. Un dato que mucha gente desconoce es su faceta como tripulante de altos vuelos. «Cuando era joven estuve diez años trabajando de piloto comercial. Volaba a Estados Unidos un avión de pasajeros», confiesa este maestro de la comedia. «Pero yo sabía que me quería dedicar a la interpretación, como mi familia», reconoce. «A mi padre tampoco le entusiasmaba la idea de que fuese piloto, decía que tenía mucho talento para el show», recuerda sobre sus pinitos en la industria. «Lo que más me enorgullece es saber que estoy manteniendo el legado de mi padre», admite con gran emoción.

Si bien es cierto que durante toda su trayectoria profesional interpretó a diferentes personajes, el que más le ha marcado es el de payaso. «Siguiendo la estela de mi padre», apunta. «Y creo que el público siempre conecta más con la gente que intenta hacer reír, lo cual no es fácil», matiza.

A pesar de los años transcurridos, Rody Aragón sostiene que el público no ha cambiado tanto. «Evidentemente los niños de ahora son diferentes a los de antes, pero en el fondo siguen siendo niños, con los mismos gustos y emociones», explica. «Muchos padres nos comentan extrañados que no se esperaban ver a sus hijos cantando nuestras canciones como lo hacían ellos cuando eran pequeños», explica. «Y es que lo normal es que vengan abuelos, padres y nietos, todos juntos», apostilla.

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