Una vecina de Sésamo se lesiona al recoger la maleza que llevaba 3 meses tirada ante su casa

Toni Silva CULLEREDO

CULLEREDO

Milagros Pose, ante su casa con el camino ya limpio
Milagros Pose, ante su casa con el camino ya limpio Toni Silva

El Concello de Culleredo asegura que no realizó ningún desbroce en esta vía

03 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Las quejas por falta de desbroce en la Galicia minifundista son infinitas. Las centralitas de los ayuntamientos se colapsan en verano para denunciar que la foresta se desborda junto a sus viviendas o lugares de paso.

Más extraño es tener que seguir llamando una vez que han pasado los tractores. Es lo que le ocurrió a Milagros, una vecina de Sésamo (Culleredo) que vio pasar las máquinas limpiando la maleza a finales del mes de julio. Asegura que estos trabajos que atribuye al Concello coinciden todos los años con los días previos a las fiestas de San Cosme, cuya capilla se encuentra en el entorno.

Así que Milagros Pose, de 79 años, los vio pasar y limpiar durante el mes de julio. A los pocos días, la mujer comprobó que los voluminosos restos desbrozados seguían en ambas cunetas y pensó lo que pensaría cualquiera en su lugar. «Vendrán estos días, igual para recoger todo junto», elucubró. Pero los días completaron semanas y estas varios meses. Fue entonces cuando Milagros llamó al Concello «dos veces» para denunciar que la maleza, aunque cortada, seguía ante su vivienda. «Me dijeron que ya pasarían», recuerda la vecina, sin que le detallaran cuándo.

Así que los matojos depositados en pleno verano vivieron allí mismo el cambio de estación, que trajo sus lluvias y vientos otoñales, lo que acabó esparciendo las ramas y las hojas acumuladas por esta transitada vía próxima al enlace con la tercera ronda y la A-6.

Ante tal panorama, y viendo que parte de la maleza se colaba en su patio, Milagros Pose, de 79 años, optó por recoger ella misma lo que parecía «una ciudad sin ley». La maleza mezclada con las lluvias convirtió el material en pesado estiércol, y la vecina pagó las consecuencias por asumir de forma desesperada una labor que no le tocaba. Muestra las manos y la izquierda está visiblemente hinchada. «Tengo fibromialgia, artrosis y 79 años, no estoy para estas cosas, pero si no lo hacía yo no lo hacía nadie», indicó la vecina de Sésamo. Esta semana la Guardia Civil pasó por esta calle, Rúa Nabeiras, y constató que falta la tapa de un registro, lo que genera un peligro para el tráfico rodado y los peatones en esta calle sin aceras. La mujer denuncia que el resto de arquetas están bloqueadas por las hojas «y como se eche a llover va a correr el agua por la carretera».

Pero queda saber quién fue el responsable de las labores de desbroce y olvido. Milagros las atribuye al Ayuntamiento, pero consultado por este periódico, fuentes municipales aseguran que «es imposible hacer un desbroce con nuestras máquinas en esa vía desde que se ensanchó la cuneta el año pasado».