Una vecina de O Seixal denuncia humedades, suciedad de palomas y visitas de okupas en una obra inacabada sin que el Concello actúe
31 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La crisis económica ha dejado un reguero de esqueletos de edificios inconclusos por la comarca, pero en casa de Esperanza Andrade, al pie de la N-VI a la altura de O Seixal (Oleiros), sufren las consecuencias del abandono urbanístico desde hace mucho más tiempo. «25 o 26 años lleva esta nave abandonada aquí», cuenta esta vecina desde el patio trasero de su vivienda, en cuyo borde se levantan sin más separación los pilares de una estructura de hormigón que solo tiene cubierta, el suelo de una planta y un montón de suciedad y maleza. Por no tener, la construcción no tiene ni canalones para recoger el agua de la lluvia, que cae directamente en la propiedad de Esperanza.
«Es como tener una casa más que limpiar y, cuando se levanta viento, todos los excrementos de las palomas caen en el patio», denuncia la residente. Antes de convertirse en una estructura abandonada, el proyecto previsto en la parcela colindante a su casa era una vivienda unifamiliar, pero tras levantarse la estructura de la nave Esperanza nunca ha llegado a saber cuál es la situación urbanística de la construcción, que ha pasado por varias manos.
Reclamación al Concello
«Mandamos dos veces escritos al Ayuntamiento, con fotos de la basura en el patio y todo, para saber si esto está en condiciones, si tiene licencia... Fui a preguntar y me dijeron que tenía que venir alguien a ver, si se tiraba o no, pero del Ayuntamiento no vino nadie... Fui a hablar con la concejala y después de todo eso me mandó una carta», relata Esperanza sin ocultar su frustración. «Ponse en coñecemento que se trata dunha cuestión entre particulares, carecendo de competencias o Concello para a súa resolución», responde la concejala de Urbanismo, María José Varela, en un escrito en el que, no obstante, anuncia que dará traslado de la queja de Esperanza al dueño de la parcela, ubicada en el número 219 de la avenida das Mariñas, «para que faga as actuacións que estime necesarias para evitar as molestias causadas».
Además de la suciedad, la maleza, el abandono y las continuas humedades en el muro de su parcela, situada a muy poca distancia de la rotonda de La Raqueta, la familia de Esperanza también ha tenido que soportar durante este tiempo la presencia ocasional de okupas junto a su casa.
Pese a la respuesta del Concello de Oleiros, esta vecina cree que el gobierno local sí es competente en este caso y lamenta que la única alternativa que le dejen es acudir a la Justicia. «¡Métete ahora en abogados...!», suspira.