Dos meses sin ascensor en una de las pasarelas de Oleiros sobre la AC-12

OLEIROS

ANGEL MANSO

Los vecinos reclaman una solución, ya que la alternativa son 36 escalones

22 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Oleiros reivindicó con ahínco la necesidad de dotar a la AC-12 (antigua N-6) de más pasarelas peatonales, ya que solo disponía de una cerca del puente de A Pasaxe y un paso regulado por semáforo en el conflictivo cruce del Sol y Mar, una zona transformada ahora con una rotonda y un paso peatonal por encima del nuevo túnel. Su deseo se cumplió, no sin retrasos, en diciembre del 2019, cuando se inauguraron las pasarelas sobre la AC-12 a la altura del Mercadona y de la Volvo.

Más allá de fallos puntuales, vecinos de Icaria alertaban estos días de que llevaban más de dos meses sin poder utilizar uno de los elevadores de la situada más próxima a O Seixal. «Lleva así desde antes de Navidades», reconocía un trabajador de la zona, que aseguraba que un técnico se había pasado por allí. Sin embargo, el aparato continúa con un cartel pegado en el cristal que advierte: «Ascensor en revisión». «Esto lleva meses sin funcionar y nadie lo arregla», precisa una joven que vive en la urbanización Icaria, que ve cómo se le complica el traslado al otro lado de la carretera para hacer la compra o atravesar hacia el paseo marítimo.

Debido a esta situación, lo que deja de ser esta pasarela es accesible, ya que la alternativa es subir cuatro tramos con nueve escaleras. Tras atravesar este paso elevado, sí se puede utilizar el otro elevador, que funciona perfectamente, para descender una planta. Las escaleras presentan desconchones del material verde que las recubre.

La otra plataforma elevada para salvar la AC-12 está situada a la altura de los concesionarios de Stallantis y la Volvo. Los dos elevadores funcionan correctamente, pero un trabajador que los utiliza de manera habitual precisa que hay uno que falla de manera recurrente. Es el del mismo lado que el que ahora está estropeado.

El proyecto de estos pasos elevados había sido aprobado por el Ministerio de Fomento en el 2017 como una medida de mejora de la seguridad vial en una zona por la que se estima que pasan 90.000 vehículos al día. El presupuesto había ascendido a 1,2 millones de euros. «El proyecto consiste en la construcción de dos pasarelas dotadas con ascensores y escaleras, una en el entorno del punto kilométrico 5,500 y otra en el entorno del 6,000. De esto modo, pasarán a existir cinco cruces peatonales en los dos kilómetros entre el 4,600 y el 6,600, lo que supondría una media de un cruce peatonal cada 400 metros», explicaban desde el Ministerio de Fomento respecto a la obra que transformó la movilidad en esa zona. El mantenimiento de las plataformas pasaron al Concello tras ser entregadas por el ministerio.