
Patrimonio aprueba el proyecto del ejecutivo local para evitar que el inmueble de O Paraxón continúe deteriorándose
30 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El sanatorio de O Paraxón, ubicado en el Concello de Oza-Cesuras, presenta un estado deficiente. Una característica que le ha valido un puesto en la lista roja de patrimonio que elabora la Asociación Hispania Nostra, en la que está integrada la Asociación para a Defensa do Patrimonio Cultural Galego.
Desde la agrupación autonómica explican que, para que un espacio acabe en el listado, es necesario que alguno de los miembros de la entidad presente un informe sobre sus condiciones de conservación que posteriormente pasa a ser analizado por la directiva. Sobre el inmueble previsto para acoger a tuberculosos y que nunca se llegó a acabar, se paralizó su construcción en el año 1930, la entidad considera que constituye «un valor patrimonial y arquitectónico que debe preservarse».
Conscientes de la situación que atraviesa la instalación y del valor que representa, desde el ejecutivo local han elaborado un proyecto con el que pretenden «dar un primer paso para que se pueda recuperar», según explica el alcalde del municipio, Pablo González Cacheiro, que anuncia: «Acaba de llegarnos hace una semana y media la aprobación de Patrimonio para poder llevar a cabo las actuaciones».
Las tareas que el ejecutivo realizará corresponden al exterior del espacio, «sin meternos en el interior, lo cual conllevaría una actuación más complicada para la que se necesitaría una mayor cuantía económica», explica el primer edil, que añade «nosotros no tenemos la capacidad de asumir grandes cantidades. En total emplearemos unos 350.000 euros». Asimismo, el regidor aclara que «en el entorno del sanatorio ya se han llevado a cabo actuaciones».
Por su parte, el arquitecto encargado del proyecto, Antonio López Rodríguez, considera que la aprobación de los trabajos por parte de Patrimonio «son un inicio, pero para recuperar el espacio hacen falta fondos y más actuaciones». López explica que las tareas que se llevarán a cabo son «modestas» y que «el objetivo es atajar que esto vaya a peor, actuar para poner en valor el espacio y que no se estropee más».
En concreto, las labores consistirán en «trabajar sobre el envolvente actuando sobre todo en la cubierta y la fachada», aclara. En cuanto al interior, expone que «existen elementos estructurales que afectan a la fachada. Habría que hacer un análisis, también de la estructura del forjado del piso y valorar soluciones».
De momento, a pesar de su delicado estado, el sanatorio consigue respirar.