La fuente de la discordia está en Oza-Cesuras

T. Silva OZA-CESURAS / LA VOZ

OZA-CESURAS

T. S.

Mientras unos vecinos del lugar de Coiroa denuncian vertidos, alguien arranca el cartel que recomienda no beber del caño

25 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La sensibilidad con el agua común no es igual en un mismo vecindario. Mientras unos avisan de una posible contaminación, otros (u otro, quizá otra) arrancan los carteles que recomiendan no beber de la fuente afectada. Es lo que ha ocurrido en el municipio de Oza-Cesuras, en un punto junto a la AC-840 en el lugar de Coiroa, en la parroquia de A Regueira. «Hace tres semanas nos avisaron en el Concello de que el regato bajaba con una sustancia blanquecina», señala María Naveira, responsable de las cuestiones medioambientales en el municipio.

De este modo, se colocaron carteles en la fuente bajo la cual atraviesa el pequeño río supuestamente contaminado, con el mensaje de «Agua no tratada sanitariamente» junto a un triángulo de aviso. Paralelamente, desde el Concello de Oza-Cesuras se remitieron cartas a los vecinos del entorno afectado para prevenirles de la situación y, de paso, solicitarles una revisión en sus desagües por si eran, involuntariamente, los causantes de dicho vertido. En ese caso, la misiva, firmada por el alcalde Pablo González Cacheiro, les conminaba a «enmendar dita situación antes do 31 de decembro do 2023 e comunicar a este Concello as actuacións levadas a cabo para tal fin».

Posibles obras

«Se les da un plazo algo amplio por si necesitan realizar algún tipo de obra en el domicilio», explica Naveira, quien apostilla que ya se dieron episodios similares en Santaia y Porzomillos. Esta vez, aunque el vertido fue visto en la parte baja del rueiro, avisaron igualmente a todas las casas porque no sabían dónde podría estar el posible origen.

Pero al tiempo que nadie levantaba la mano para comunicar que la irregularidad estaba en su casa, el Concello se encontró con que alguien había arrancado los carteles que recomendaban no ingerir el agua mientras no se garantice la desaparición de los vertidos. «Sabemos por varios vecinos que algunos se jactan de decir que han bebido ahí toda la vida, que nunca han tenido ningún problema con el agua y les molesta la recomendación», señalan desde el Concello de Oza-Cesuras, que hace unos días volvió a colocar una nueva placa, con la esperanza de no ser arrancada.

La fuente de Coiroa se construyó en 1954 y sobre su caño, ubicado junto a un lavadero vacío, hay una placa con cinco flechas cruzadas y un pequeño yugo central.

El Concello sí garantiza la potabilidad del agua de la traída. No obstante, en las casas próximas a la fuente algunos residentes se quejan de turbidez en los grifos cuando llueve.