Musica para todos los oídos en Oza-Cesuras

L. García

OZA-CESURAS

Quique Carreiro, de camisa a la derecha, es el fundador de la escuela. Junto a profesores y alumnos posan también Clara Bellas (a la izquierda, de gris), directora del coro; y Alberto Iglesias (al fondo, con chaleco), director de la escuela.
Quique Carreiro, de camisa a la derecha, es el fundador de la escuela. Junto a profesores y alumnos posan también Clara Bellas (a la izquierda, de gris), directora del coro; y Alberto Iglesias (al fondo, con chaleco), director de la escuela. MARCOS MÍGUEZ

La escuela de música de este Concello tiene 90 alumnos con edades comprendidas entre los 4 y los 82 años

17 feb 2025 . Actualizado a las 10:36 h.

Casi el 2 % de la población de Oza-Cesuras toca un instrumento. Pero no en su casa o en un garaje con los amigos, sino en la escuela de música de este enclave rural del entorno de A Coruña. Este centro de formación cuenta en la actualidad con 90 alumnos —aunque algunos llegan de Abegondo, Culleredo, Paderne y Betanzos—, casi el doble de los que tenía hace diez años, cuando empezó su andadura gracias, como explica su fundador, Quique Carreiro, «al apoyo de la corporación municipal y a la motivación de los vecinos».

El boca a boca hizo su función, y sigue siendo el principal método de captación de una escuela que se ha sumado a la era tecnológica con una cuenta de Instagram activa y en la que no faltan los memes. «Reforzamos este aspecto durante la pandemia para seguir manteniendo la atención de los usuarios, pero nada es tan eficaz como esos alumnos que les cuentan lo felices que están a sus conocidos», añade.

Efectivamente, los profesores son el principal activo de la escuela de Oza-Cesuras, que consigue no solo que sus alumnos continúen su aprendizaje curso tras curso, sino que tanto niños como mayores se animen a probar las mieles de la música.

En un contexto donde las pantallas lo son todo para los más pequeños, Carreiro recuerda la importancia de poner el foco en otro tipo de actividades. «Tenemos clases de música y movimiento para niños a partir de 4 años que son fundamentales para entrenar la psicomotricidad y el ritmo, pero también para desarrollar técnicas sociales y habilidades musicales. Además, no hay que olvidar que la música es una mezcla de muchas asignaturas como matemáticas, lengua, arte, y les viene genial tener estas aptitudes para otro tipo de materias».

Y no solo esto, pues los lazos amistosos que establecen muchos de ellos les llevan después a participar en la banda municipal, creando relaciones saludables entre los jóvenes.

Los mayores no es que también tengan un hueco en esta escuela, es que son una parte indispensable. «Tenemos algún alumno de más de ochenta años, y aunque parezca que no, son muchos los adultos que se animan a empezar a tocar un instrumento de cero porque ¿por qué no?».

Aunque la música también entiende de tendencias, como en esta escuela abarcan un abanico ingente de instrumentos, Carreiro no es capaz de detectar cuáles pueden estar más de moda, porque todos tienen cierto tirón. Sin embargo, indica que la guitarra y el piano tienen y tendrán siempre innumerables adeptos. «Y el saxo, en nuestro caso, también arrasa», confirma.

Carreiro quiere resaltar la importancia de que entornos menos urbanitas puedan disponer también de espacios de aprendizaje y recreo, porque como en el caso de esta escuela de música, luego acaban triunfando entre los residentes del lugar.