El gobierno local estima que el plan xeral modificado podrá votarse en dos meses
20 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La corporación de Sada celebrará el próximo día 30 un pleno extraordinario para votar el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), pero no será el planeamiento en el que Sadamaioría y sus socios llevan trabajando los últimos seis meses, sino el que el PP dejó pendiente de aprobación antes de las elecciones y que no convence al nuevo gobierno en cuestiones sensibles, como la protección ambiental de As Brañas y Fontán o la configuración de los núcleos rurales.
Aunque lo que ocurrirá en el pleno extraordinario, convocado a instancias del PP, es incierto por la premura de los plazos y el propio contenido de la sesión, si el escenario no cambia el gobierno local prevé que el nuevo documento se someta a votación en un plazo estimado de dos meses.
Los cambios que el gobierno local ha planteado al equipo redactor del PXOM, Monteoliva Arquitectura, pretenden corregir, entre otras cuestiones, el exceso de edificabilidad previsto para las zonas de As Brañas y Fontán, una presión de la que la propia Xunta advirtió en uno de sus informes sin llegar a dictaminar desfavorablemente, según explicó el concejal de Urbanismo, Francisco Montouto, quien subraya que el objetivo fundamental de la revisión es que el «interés común prime en todas as actuacións».
Las modificaciones en el plan también buscan «recuperar un pouco a fisionomía tradicional dos núcleos rurais», en palabras del alcalde, Benito Portela, quien cree que en estas áreas deben primar las viviendas unifamiliares frente a las urbanizaciones. «A capacidade residencial disparouse moito e, de feito, os núcleos tradicionais xa están un pouco desvirtuados», añade Montouto.
El gobierno local también quiere adaptar el documento al informe de Sostenibilidade de la Xunta, que recomienda modificaciones en los usos terciarios e industriales, que en ciertos ámbitos son «inexecutables», según el equipo de Portela. El alcalde destaca además la necesidad de reducir la memoria económica del plan, que prevé excesivos costes en aspectos como la previsión de expropiaciones.
El documento corregido por el equipo redactor, que el gobierno local confía en no tener que someter de nuevo a exposición pública, deberá presentarse a los grupos políticos para que puedan hacer sus aportaciones y valoraciones y someterse a los preceptivos informes técnico, jurídico y económico antes de ser votado finalmente en pleno.